Ecocidio en Bosque de Aragón a pesar de leyes

MÉXICO, DF, 12 de julio de 2014.- Alrededor de siete mil árboles han sido talados del segundo pulmón verde más importante de la ciudad de México, el Bosque de San Juan de Aragón. Ex trabajadores del lugar se manifestaron en contra al ser testigos del derribo indiscriminado de troncos en el ecosistema y acusaron a la administración de permitir que plantaran plagas intencionalmente.

 

Desde hace seis meses, empleados eventuales se percataron que salían camiones y tráileres con placas del estado de Michoacán, cargados de composta y madera de los árboles talados supuestamente atacados por plagas; sin embargo, los cuidadores de la vegetación de más de 10 años, evidenciaron que también incluían troncos leñosos sanos.

 

La inquietud de 21 empleados se hizo notar cuando increparon a las autoridades sobre la alarmante irregularidad que agudizaba el deterioro de su área de trabajo y el inexplicable destino de la madera que salía del área ambiental.

 

En respuesta, la directora Lorna Angélica López Nicolás ya no renovó el contrato de 12 de ellos, encargados de la limpieza del predio verde –ubicado entre las avenidas Loreto Favela y Oceanía–, aseguraron los desempleados, quienes mantienen plantón en la puerta uno, en protesta por recuperar sus trabajos ante el despido injustificado.

 

 

VECINOS DE LA GAM, DEFIENDEN LA ZONA VERDE

 

Hace dos semanas, residentes de la delegación Gustavo Madero, en causa conjunta con la diputada federal perredista, Claudia Elena Aguilar Torres, también montaron un campamento por el incesante “robo” de composta y cedros talados.

 

“Hace 14 días que llegamos y se suspendieron las maniobras, pero todavía un lunes que llegamos habían 3 tráileres para sacar la madera por la madrugada”, denunciaron a Quadratín los vecinos que viven en un modesto campamento donde comen y duermen.

 

“Se rumora que quieren hacer un ‘Six Flags’, no podemos permitir eso, porque este es el futuro de nuestros hijos y nietos, a la señora –Lorna Angélica– no le interesa porque ella viene de provincia, a nosotros sí”, denunció en entrevista la señora Ana Patricia Ibañez.

 

Por su parte, la dirección del Bosque de Aragón niega la versión de los ex trabajadores que vayan siete mil árboles “enfermos” talados; son cuatro mil 500 hasta el momento pero faltan mil más, informó a la Sedema. La ciudadana María Isabel Romero advirtió que si la dirección del lugar quiere talar otro árbol, tendrá que presentar el estudio donde demuestre por qué debe ser quitado.

 

 

MUEREN ANIMALES A LA PAR DEL ECOCIDIO DE SU HÁBITAT

 

Patos que migraban dejaron de hacerlo, seis especies de ajolotes en peligro de extinción y un lagarto, que la directora desconocía que existía, se encuentran en cautiverio; halcones aparentemente sin ninguna enfermedad, aparecen muertos por el estrés de que les están quitando sus hábitats y destruyendo sus nidos en las isletas, expusieron en entrevista con Quadratín los defensores del espacio, evidenciando la falta de experiencia de Angélica López en temas ecológicos.

 

El Bosque de Aragón cuenta con una extensión territorial de más de 162,000 hectáreas, según la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema). Este año, para la segunda área verde más grande de la capital del país, después de Chapultepec, se etiquetaron recursos por 76 millones de pesos para su remodelación y rescate. Sin embargo, hasta el momento la dirección ha negado sistemáticamente la rendición de cuentas del pliego petitorio de vecinos de colonias circundantes al área verde.

 

A lo anterior, la diputada Aguilar Torres envió un escrito al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera; a la titular de la Sedema, Tanya Müller García; así como a la misma administración para exigir una explicación ante la disimulada privatización o no del bosque, y la falta de transparencia de los recursos.

 

Los avances que se realizaron en asambleas con el ex director del bosque de San Juan de Aragón, el biólogo Horacio Medina Sánchez, fueron mermados al cambio de la administración de Lorna Angélica a partir del 2014, manifestaron los habitantes junto con la legisladora, quien también exige la transparencia de los 16 millones etiquetados de recursos federales el año pasado, para una planta de composta y el desazolve del lago.

 

Por ello, el señor Enrique Aguilar Cuevas advirtió que seguirán día y noche vigilando los vehículos de carga que entran y salen por la puerta seis, donde mantendrán su plantón a la intemperie de la zona humedal.

 

Hasta el momento, la delegada de Gustavo Madero Nora Arias Contreras ha soslayado la situación; “sino ha hecho nada por la demarcación, menos por el bosque”, culparon los vecinos del campamento. Asimismo exigeron la intervención del Jefe de Gobierno ante la masacre cometida a la vegetación, que perfora el pulmón norte de la ciudad de México, aunado del incongruente endurecimiento de programas de verificación vehicular a fin de mejorar la calidad del aire.

 

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LEYES PROTEGEN LOS BOSQUES Y ÁREAS VERDES

 

La Ley Ambiental del Distrito Federal en su Capítulo II “Del Suelo y Áreas Verdes” indica en que:

 

Artículo 35.- Quien pretenda podar, trasplantar o derribar un árbol público en el suelo urbano o afectar áreas verdes o jardineras públicas, deberá contar previamente con la autorización de la Delegación respectiva.

 

Artículo 36.- En caso de poda, trasplante o derribo de un árbol público en el suelo de conservación o de derribo de un árbol particular, ejidal o comunal ubicado en éste, en áreas naturales protegidas o zonas colindantes con ellos, se requerirá la autorización previa de la Comisión de Recursos Naturales.

 

Artículo 37.- La autorización de impacto ambiental de una obra o actividad que comprenda el derribo, poda, trasplante o afectación de árboles y jardineras públicas, áreas verdes o árboles privados, surtirá los efectos de la autorización señalada en los dos artículos anteriores.

 

Asimismo, el artículo 345 bis del Código Penal del DF, dicta: “Se impondrán de tres meses a cinco años de prisión y de 500 a 2,000 días de multa, a quien ilícitamente derribe, tale u ocasione la muerte de uno o más árboles”.