Descomplicado
El jefe de gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, tiene previsto mejorar o aumentar, desde ya, los servicios de alumbrado público, pavimentación, recolección de basura y la colocación de parques de bolsillo, aunados a la demanda más sensible de la ciudadanía: seguridad y la percepción a la misma.
Durante su pasado informe de labores dio a conocer que emprenderán un fuerte trabajo en un tema que genera muchas quejas: los baches.
Para hacer realidad lo anterior pidió la colaboración de los 16 jefes delegacionales para reparar y mejorar el rostro de las vialidades, y cerrar todo boquete, zanja u hoyo causante de la pinchadura de llantas y rotura de suspensiones, principalmente, de los autos que circulan por nuestra ciudad.
Ecos capitalinos provenientes del Palacio del Ayuntamiento indican que cada jefe delegacional tiene la encomienda de ubicar los peores baches y darles intervención urgente…, pero con material de buena calidad.
Algunas de las arterias que pronto serán repavimentadas son avenida Revolución y la incorporación de la carretera México-Toluca con Reforma, entre otras muchas, algunas que seguramente usted conoce. Bueno sería que los ciudadanos, quienes diariamente sufren de este inconveniente, reportaran de estos baches a sus respectivas delegaciones.
Pero es al interior y exterior de la Central de Abasto (Ceda) donde está lo peor de lo peor en cuanto a afectaciones al asfalto, por lo que el mismo jefe delegacional en Iztapalapa, Jesús Valencia, está dispuesto a poner parte del presupuesto para tapar esos baches cuyo mantenimiento corresponde a la Ceda, la cual aún no da respuesta sobre el tema.
Para mejorar la recolección de basura, la mayor parte de las delegaciones prepara la adquisición de nuevos camiones a través del presupuesto participativo. Por ahora se hacen las consultas vecinales correspondientes. Otras autoridades harán lo propio pero con la partida presupuestal del Ramo 33.
El asunto es cambiar las viejas carcachas contaminantes que a través de administraciones han acumulando años, hasta tres décadas en muchos casos, como en Iztapalapa, Gustavo A Madero y Cuauhtémoc.
El que pretende meter su cuchara en el tema es el líder sindical de los trabajadores, Juan Ayala, quien ha intentado preguntar a las autoridades delegaciones sobre las características de los camiones para ver si cumplen con las necesidades de sus agremiados, más que con las necesidades de la población.
El cambio de luminarias es otro asunto de importancia para mejorar la percepción de seguridad, la cual Miguel Ángel Mancera, reconoció durante su informe, debe mejorar. Este tema es prioritario y cada demarcación debe cumplir con el cambio de viejas lámparas poco luminosas o de plano ya fundidas.
En otro tema, el lunes pasado, los servidores públicos usaron Metro, camión, bicicleta, pesero, Metrobús o taxi para llegar a su trabajo, sumándose así al Día Mundial sin Auto.
La idea fue del secretario de Gobierno, Héctor Serrano, uno de los primeros en llegar a su trabajo usando la estación Taxqueña rumbo al Zócalo, y otro más que usó ese transporte para cumplir con su agenda laboral fue el propio Mancera, quien también se transportó en Metro. Dicen que con el ejemplo se predica.
El uso de transporte público hizo recordar a varios sus años estudiantiles, como les pasó al secretario de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Almeida, y el procurador, Rodolfo Ríos Garza, quienes hasta sacrificaron parte de su seguridad para poder viajar como cualquier ciudadano, uno en Metro, y el otro en taxi.