Poder y dinero
Con la próxima contienda electoral han arreciado los jaloneos entre e intra partidos.
Cualquier situación es motivo para echarse lodo y abrirse dizqe investigaciones que nunca llegan a ningún resultado.
Así vemos que Morena pide que investiguen al presidente de la Comisión de Gobierno, Leonel Luna, por presuntamente promocionar su imagen a través de despensas con los logos de la Asamblea Legislativa.
El PRD quiere que se indaguen las acusaciones de comerciantes del tianguis El Oro en contra del director de Vía Pública de la Delegación Cuauhtémoc, Mario Montes.
Lo más feo de esta situación no es que haya pleitos entre integrantes de distintos partidos, sino entre los de la misma fuerza política.
Lo decimos por la guerra que en las últimas fechas hemos visto contra Eduardo Venadero, director de Transportes Eléctricos, y líder de Vanguardia Progresista, una de las corrientes sino que la más, fuertes del perredismo, y a quien se le nombra como posible carta para presidir el partido en la Ciudad de México.
Sin embargo, se le ha acusado de grillar a sus compañeros, y de acudir a eventos donde no fue invitado. Nada más equivocado, pues al ser un líder perredista, de la corriente partidista más cercana al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, claro que cuenta con invitación, nos aseguran los Ecos Capitalinos.
La cosa es que se sospecha que el fuego contra Venadero proviene de por ahí de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, la cual preside Darlene Rojas, esposa de Jesús Valencia, y quien está muy nerviosa porque el sindicato de Tranviaros no ha logrado doblegar al director.
Entonces hay cierto sospechosismo de que fuego amigo intenta dejarlo mal con el mero jefe del Palacio del Ayuntamiento, con la posible intención de dejarlo fuera de la contienda por la dirigencia local perredista, y de paso ayudarle a la presidenta de la Junta Local. ¿Quién tendrá interés en ello?
Le salió el tiro…
Con su estilo único, el City Manegr de la Ciudad e Méico, tema de nuestras pasadas entregas, metió la cuatro patas al engolosiarse con la fama que por un mes obtuvo al perseguir a los infractores, y evidenciarlos Vía Periscope.
Todo le iba saliendo muy bien, hasta puso nerviosos a empresarios, embajadas y políticos que exhibió con las manos en la masa, hasta que fue acusado por tratar mal, jalonear y discriminar a un discapacitado.
La CDHDF abrió una investigación en su contra y determinó que era hora de normar el uso de las redes sociales, para que los servidores públicos, no abusen de su poder y del pueblo.
Pero Arne no midió suelo en eso de que “los patos ahora le tiran a las escopetas”, y en medio de argumentos a favor y en contra, no reparó, como es su costumbre, en enfrascarse en discusiones vìa Twitter.
El asunto fue que acusó al politólogo Genero Lozano de beneficiarse con publicidad pagada por la pasada administración en Miguel Hidalgo, lo que el especialista desmintió de manera velo. La jefa delegacional Xóchitl Gálvez incluso salió a ofrecer una disculpa a Lozano y a pedir a Arne que se centre en sus funciones.
El uso de las redes sociales para los servidores públicos es un tema que la propia Presidencia de la República ha normado, y entre lo cual destaca el no bloquear, ni discutir con los usuarios, situación que Arne Aus simplemente desconoce.
En su afán de mostrarse como un justiciero perdió piso y difamó en un acto de revanchismo que le generó muchísimas críticas.