El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Los jefes delegacionales alistan sus maletas para trabajar sus dos últimos meses del año siguiente, antes de irse a campañas.
Como nunca se prevé una desbandada en las demarcaciones, pues casi todos buscarán un curul como diputados locales o federales, incluso se indica que el delegado en Benito Juárez, Jorge Romero, le apostará a una senaduría.
Antes de partir, los jefes delegacionales deberán rendir su segunda comparecencia anual en la Asamblea Legislativa, las que inician este jueves.
Con el ánimo de evitar zancadillas pidieron al presidente de la Comisión de Gobierno, Manuel Granados, que las comparecencias se realizaran con el mismo esquema de los dos anteriores, pues se tenía contemplado que detallaran los recursos utilizados, lo que se asemejaba más a una auditoría fiscal que a otra cosa.
Los Ecos capitalinos nos cuentan que algunos tenían la preocupación del llamado fuego amigo y que sus informes fueran usados en su contra, pues desde una curul es más fácil linchar al enemigo, sobretodo en vísperas de elecciones.
Sábado de caballos
Este sábado se tiene prevista la Cabalgata Nacional Villa-Zapata, una marcha en la que participaran unas 20 mil personas que conmemorarán el centenar del ingreso del Ejército Convencionalista a la ciudad de México.
A la ola de protestas por la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa, se sumará esta sui géneris marcha encabezada por los nietos de Pancho Villa y Emiliano Zapata, quienes además harán un reconocimiento a la ayuda significativa de los caballos como vehículos de transporte en la movilización revolucionaria.
Se espera que unos cuatro mil caballos sean usados para la cabalgata, situación que es también considerada de riesgo por las autoridades capitalinas, por el hecho de que serán algunas toneladas de excremento las que los cuacos verterán por el arroyo vehicular, haciéndolo resbaladizo para los mismos animales.
La posibilidad de que uno desboque y genere una estampida, es otra de las situaciones que el gobierno capitalino les ha advertido considerar los organizadores.
Y si ello agregamos que el movimiento pro Ayotzinapa lanzó la convocatoria para movilizarse por las calles capitalinas, la situación se antoja muy, muy complicada.
Encapuchados incontenibles
Ojalá que ese mismo día no se les ocurra también salir a protestar a los anarquistas, que con sus actos violentos, podrían ocasionar que un caballo asustado les dé una patada.
Y es que controlar a los encapuchados se observa más difícil que a los equinos, animales nobles e inteligentes, por lo que si se desea meter en cintura a los otros, se les debe desenmascarar.
Una legislación exprés, para contener a quienes sólo saben protestar con actos vandálicos y con el rostro cubierto, es una idea que analizan autoridades, pues de otro modo se complica el detenerlos y acusarlos, pues muchas veces traen cambios de ropa que los hace identificables, y como son de los que arrojan la piedra y esconden la mano…