Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Enero será el último mes que los jefes delegacionales permanezcan en su cargo, para luego participar en la contienda electoral, en busca de otro cargo.
Aunque el Código Electoral indica que los aspirantes a las candidaturas de diputados, locales, federales y jefes delegacionales, deberán separarse del cargo 90 días antes de la contienda, es decir el 1 de marzo, pasada la quincena de enero, los integrantes del partido del Sol Azteca deberán hacerlo, para atender la convocatoria.
Hay una propuesta para que todos, perredistas, priístas y panistas, dejen las delegaciones en la misma fecha, pero aún no hay acuerdo, según los Ecos del DF.
De los 16 jefes delegacionales, sólo dos permanecerán en el cargo, debido a que su fuerza política es nula.
Ellos son Angelina Méndez, de Tláhuac, y Víctor Manterola, de Milpa Alta. Ellos continuarán al frente de sus respectivas demarcaciones.
Uno de los jefes delegacionales que tampoco supo jugar sus cartas, es el de Iztapalapa, Jesús Valencia, con lo que se debilitó políticamente. Su preocupación es mucha, e incluso, nos cuentan que se propuso como sustituto de Jesús Rodríguez Almeida, ex jefe de la Policía Capitalina, quien tuvo que verse obligado a renunciar tras su desafortunada declaración después de la marcha del pasado 20 de noviembre: «la policía actuó con gallardía… le guste a quien le guste».
Su falta de flexibilidad del ahora ex funcionario, lo hizo ser más “un duro policía” que un abogado, según ex funcionarios de la Comisión de Derechos Humanos.
Ahora se busca alguien que sepa de la labor policial, pero también, precisamente, de derechos humanos.
El jefe delegacional vio posibilidades en ese cargo, más que en buscar una diputación.
Quien ya se ve al frente de Iztapalapa, es Dione Anguiano.
Ajusco Seguro
El Ajusco es una zona que tiene preocupado y ocupado al Gobierno del Distrito Federal ante la denuncia de ilícitos, por lo que se trabaja en un operativo e intervención en tres etapas, para hacer posible la recuperación y apropiación de sus espacios, por parte de la población y visitantes.
Para ello, participan las policías locales: preventiva y de investigación, en la zona, en mayor número y con recorridos.
Una segunda etapa es la participación de la autoridad federal, pues al ser una zona boscosa que comunica con el estado de México, y en donde se carece de señal de radiocomunicación y telefonía, la citación se vuelve más complicada.
La participación de comuneros y de agrupaciones de deportistas, sobre todo ciclistas. Para los turistas se alista un módulo de atención.
Con esas medidas se espera disminuir la posibilidad de movilidad de la delincuencia en la zona, pues las administraciones pasadas ignoraron atender las demandas de seguridad.