
Visión financiera
El Gobierno del Distrito Federal pasó tres días críticos con la presencia de los maestros de la CNTE. Sin embargo, la decisión tomada fue el mostrar músculo ante los expertos en protestas y dejarles en claro que la ciudad de México se cuece aparte.
El gobierno de Miguel Ángel Mancera tenía mucho qué perder, ya fuera por un desalojo con violencia o por permitir que el derecho a la libre manifestación estuviera sobre el del libre tránsito.
En este trance de decisiones, una vez más salió a tomar control de la situación el secretario de gobierno Héctor Serrano, encargado de dar la cara y ofrecer la mayor parte de las declaraciones.
Esas horas de no dormir, como tuvo que hacerlo la noche del lunes y madrugada del martes, es algo que muchos funcionarios y otros políticos que aspiran el cargo número dos en el Gobierno del Distrito Federal, no están dispuestos a hacer, y es que Serrano tiene una fortaleza física para recuperarse con poco sueño.
El lunes se convirtió en un día interminable en el que el secretario tomaba decisiones, se comunicaba a Gobernación y estaba atento al operativo policial para desalojar a los profesores de Paseo de la Reforma.
Antes, una de sus declaraciones fue tergiversada, lo que le acarreó una serie de críticas, pues el funcionario dijo que ese lunes a las 19 horas se tomaría una decisión respecto al bloqueo de la CNTE en esa importante arteria.
Pero algunos medios lo comprendieron como que era el plazo para comenzar el desalojo, que por supuesto no se realizó, pues los Ecos del DF nos indican que el GDF tenía previsto que se requeriría de una gran fuerza policial, 5 mil uniformados, para dicho desalojo y control del magisterio disidente, con el objetivo de evitar que se pusiera violento.
El hacerlo en la madrugada, fuera de curiosos y cuando los manifestantes bajaran la guardia, sería lo ideal. Y así fue.
Tan sólo al ver a más tres mil policías arribar al lugar, los manifestantes optaron por retirarse.
Este miércoles, otra vez el Gobierno tuvo que tomar otra decisión, y junto con su homólogo federal, se decidió por poner un hasta aquí a los maestros quienes ya sin justificación, actuaron como lo que son: expertos en desestabilizar vialidades.
Esta entrada de la Policía para liberar Reforma, fue algo bien visto por los capitalinos.
DESAYUNO CON ENCARGADOS
El pasado lunes se efectuó el desayuno entre los encargados de las jefaturas delegacionales, con el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera y Héctor Serrano.
Esa reunión sólo fue para conocerse y entablar un primer contacto, aunque se espera que la próxima semana varios jefes delegacionales con licencia, retornen a sus cargos. Algunos lo harán para luego renunciar de manera definitiva a su cargo y enfilarse a su campaña electoral, otros –los que no obtengan una candidatura– se quedarán a culminar su administración.
Resulta que ese día, nos cuentan, el área de Comunicación Social olvidó convocar a los reporteros, pues se había decidido retomar las conferencias semanales de las delegaciones en la sede del GDF, algo que el anterior encargado de esa dirección, Fernando Macías, había suspendido.
ACLARA RELACIÓN
La jefa delegacional con licencia en Iztacalco, Elizabeth Mateos, está muy interesada en dejar algo en claro; que Carlos Estrada, actual aspirante a sucederla, no es su pareja sentimental.
Aunque varios son quienes los señalan como pareja e incluso juran y perjuran que son esposos, ella insiste en que eso es mentira.
Dice que fueron novios hace años, pero que de esa relación no quedó ni una ceniza.
Lo anterior es porque en redes sociales se difunde información de que Mateos pretende heredar el cargo a su esposo, por lo que Elizabeth ha retado a sus opositores a demostrar la existencia de dicha acta matrimonial.