Descomplicado
Ahora sí que al priísta Adrián Rubalcava se le volteó el chirrión por el palito, pues al querer pasar como víctima, exhibiéndose con una herida en la frente, luego de participar en una riña con simpatizantes perredistas, se le volvió a vincular con el grupo delictivo denominado Los Claudios.
La noche del miércoles, priístas, acompañados de Rubalcava, candidato a diputado federal, se enfrentaron con perredistas en calles de Cuajimalpa. Cada uno dio su versión, pero el primero en hacerlo fue el también ex jefe delegacional, a través de su equipo de campaña.
Una serie de fotos de él, lesionado, y un corto y oscuro video, fue su prueba de que seguidores de Luis Espinoza Cházaro, candidato perredista a jefe delegacional por esa demarcación, los agredieron tras retirar propaganda de los abanderados priístas-verdecologistas.
Sin embargo, al poco tiempo los perredistas dieron otra versión, a través de su líder local, Raúl Flores, quien le echó sal a la herida de Rubalcava, al dar a conocer que en la trifulca participó el grupo de choque del ex funcionario, Los Claudios, quienes están ligados con actos intimidatorios en contra de quienes protestaban contra actos de gobierno del ex delegado Rubalcava.
Lo peor es que Los Claudios, por lo menos quien fuera su líder, Claudio Germán González, está en la cárcel acusado de secuestro, pero antes de ello, convivía con el entonces jefe delegacional, como lo muestran fotografías en los que se les ve abrazados. El hermano de este sujeto formaba parte del gabinete de Rubalcava.
Los agresores, según el video, llevaban, chamarras rojas, como las que usan los priístas.
Las redes sociales y noticieros al dar cuenta de la participación de Los Claudios, y de la existencia de perredistas mayormente lesionados, pusieron muy nervioso a Adrián.
Nos cuentan los Ecos Capitalinos que el candidato intentó hacer creer a la opinión pública que debido a sus lesiones, una herida de unos 4 centímetros de largo, lo llevaron a terapia intermedia en el Hospital ABC, pero no fue cierto.
Quizás el priísta intentó limpiar su imagen que quedó dañada al conocerse, hace unas semanas, un audio en el que ofreció la entrega de automóviles a sus mejores promotores del voto, los cuales pagaría una empresario del cual se desconoce su nombre.