Escenario político
Morena, el partido que logró posicionarse como segunda fuerza política en el Distrito Federal, ha ordenado a sus integrantes bajarle dos rayitas a su escándalo, y dejar de enemistarse con el Gobierno de la Ciudad de México.
Nos cuentan los Ecos del DF que el propio Andrés Manuel López Obrador ha enviado a sus colaboradores para dialogar con el equipo de Miguel Ángel Mancera, para detallar la relación y transición en las jefaturas delegacionales y diputaciones locales donde triunfó.
El llamado Peje pronto se dio cuenta que sus muchachos, sobre todo Martí Batres, estaban causando más daños que beneficios al partido, porque al fin y al cabo, necesitarán del Gobierno Central para gobernar.
Las amenazas contra servidores públicos, como Héctor Serrano, secretario de Gobierno, a quien han descalificado y señalado como el responsable de un supuesto fraude electoral en delegaciones donde no ganó Morena, Iztacalco, Coyoacán e Iztapalapa, cesaron, pues los morenos saben que ni pruebas tienen y seguir con sus bravuconerías, les acarreará más problemas una vez estando en sus demarcaciones obtenidas.
Es de esta manera que el jefe delegacional electo en Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, se alineó y decidió también cerrar la boca para lanzar improperios contra los perredistas y GDF.
Ahora trae el speech de que no descalificará al Gobierno Central, y que no es ningún rebelde sin causa, y bien hace pues sabe que requerirá del gabinete mancerista para hacer realidad varias de sus promesas electorales, como mejorar la seguridad, luminarias, bacheo, agua potable, y otras.
Es así que se comprende esa frase que usó al presentar su gabinete de transición, “no soy un suicida político”.
¿Nuevo corredor?
Como lo comentamos en la edición pasada, este jueves fue puesto en marcha un nuevo corredor, el cual va sobre el Eje 2 Norte, donde antes ya circulaban 227 unidades, y ahora sólo 15.
Desde hace cuatro meses se autorizó el aumento de tarifa para sólo los camiones que forman parte de esta supuesta nueva ruta que va de Peñón a Panteón San Isidro.
Nos cuentan que las nuevas unidades son propiedad del líder transportista Fernando Ruano, quien tiene unas mil concesiones en la ciudad, cuando la ley sólo permite tener 10 como máximo.