Los Derechos Humanos para el Futuro
El secretario de Movilidad, Héctor Serrano, comenzó la caza de los malos empleados de la dependencia a su cargo y meter en cintura a los malos conductores del transporte público.
La cuenta @VigiMovi apenas se echó a andar y de inmediato llovieron las quejas, las cuales pueden ser acompañadas de fotografía o video.
La idea de usar una herramienta social y transparente debe contar con un sistema de atención efectivo, el cual no ponemos en duda, pues ha dado muestra de querer limpiar la casa. Y gracias a esta herramienta se logró la detención en flagrancia de un mal servidor público, apegado a viejas artimañas.
Una persona de la tercera edad se quejó de otro, y al recibir apoyo y asesoría, solicitó la intervención de la Policía para detener infraganti a Erick Daniel Flores Morales, trabajador de la Secretaría de Movilidad, por ofrecer la realización de trámites de la Semovi, a cambio de dádivas.
Fue detenido en un módulo de Álvaro Obregón, en posesión de cuatro mil pesos que le habían sido entregados por el señor, a cambio de un crédito para hacerse de un taxi.
Esperemos que éste sea el primero de muchos.
Investigan empresa de parquímetros
Los Ecos capitalinos nos repiten que el Gobierno del Distrito Federal, a través de su coordinación de la Autoridad de Espacio Público que encabeza Dhyana Quintanar, investiga a la empresa privada Ecoparq por abusos.
La colocación de inmovilizadores, mejor conocidos cono arañas, en vehículos a los que aún no les vencía el pago, se ha vuelto una constante en las quejas presentadas.
La empresa que fue beneficiada por una concesión otorgada durante la administración de Marcel Ebrard, se justifica una y otra vez, en los errores de sus empleados que no saben diferenciar números y ven uno por otro, claro siempre en perjuicio del ciudadano.
Lo que es una realidad es que Ecoparq no capacita lo suficiente a sus trabajadores y que usa en su beneficio que una queja tarda hasta un año en concluir, tiempo en que jinetea el dinero de cobros indebidos.
Todo ello apear de las llamadas de atención a la empresa a la que pronto, muy pronto, se le acabará dicha concesión.