Corrupción neoliberal
El show en la Asamblea Legislativa llegó para quedarse.
Al Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) le han fallado sus estrategias políticas al contrariarse con todos y por todo, porque ha generado que el resto de las bancadas se unan en su contra.
Luego de la acusación de que los diputados –excepto ellos, claro– son unos rateros al repartirse mil millones de pesos, como parte de un bono extraordinario, los agraviados pidieron que comprueben su dicho.
César Cravioto, coordinador de la bancada de Morena, acusó que el presidente de una comisión se lleva de un millón a 300 mil pesos mensuales, lo cual provocó el enojo de los diputados del PRD, PRI, PAN y de la chiquillada.
La acusación de los Morenos fue negada por los asambleístas, que los tildaron de mentirosos y de que si los integrantes del partido de Regeneración Nacional así lo afirman, es porque seguramente ellos lo recibieron.
La situación prevé que esta legislatura será todo un circo, porque los señalamientos y pleitos de los diputados locales se han vuelto cosa de todos los días, y lo mismo se dan de periodicazos que se culpan en redes sociales. Lo que hay que resaltar es que la ALDF, el órgano más caro del país, como lo dice Morena, es un ring que en nada favorece a sus representantes, ya sea culpa de unos o de otros.
La promesa en Venustiano Carranza
Lo que es una realidad es que la presencia de otros partidos genera una competencia que tiene a varios servidores públicos nerviosos.
Como sucede con los de Venustiano Carranza, debido a que el jefe delegacional Israel Moreno advirtió a sus colaboradores que si no dan resultados, se van.
Eso lo ha dicho en las reuniones vecinales en las que ha acudido personalmente a escuchar demandas, y a prometer resolverlas lo antes posible.
En caso de que regrese a una colonia y las peticiones no hayan sido atendidas, entonces “rodarán cabezas”, fue el aviso.