Escenario político
Luis Miguel Barbosa levantó ámpulas entre sus compañeros perredistas con su declaración de que el partido necesita extinguir todas sus corrientes internas o tribus.
Los Ecos Capitalinos nos cuentan que varios de sus correligionarios se rieron de la propuesta del senador, que en realidad lleva la intención de que algunos líderes pierdan fuerza, la que les da tener grupos de apoyo.
De nadie es secreto que Barbosa está casi solo, al pelearse con los Chuchos el año pasado, cuando indicó por vez primera que las tribus no eran la mejor manera de que un partido se componga.
No obstante su dicho, él formó parte de otro grupo, el Frente Amplio de Izquierdas, para apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano para encabezar al partido del sol azteca.
Esa incongruencia de hacer y decir diferente es lo que hace que Barbosa no tenga el apoyo de los perredistas.
El juego del coordinador de los senadores es el de debilitar a otros, para tratar de llevarse algo, pues de modo contrario seguirá sin saber para dónde saltar.
Hace unas semanas, Barbosa Huerta fue el primero en pedir a su tocayo Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno del DF, que hiciera cambios en su gabinete.
Él fue de los principales en querer derrocar a Héctor Serrano, actual secretario de Movilidad y líder de una de las corrientes más fuertes del PRD: Vanguardia Progresista.
Su intención, nos cuentan, era poner a alguno de sus pocos aliados en la Secretaría de Gobierno, donde antes estaba Serrano, pero no se le hizo.
Es por eso que ahora sale con su puntada de querer que se desintegren los grupos de apoyo en su partido, lo cual seguro nadie tomará en serio.
Informe
El próximo informe de labores de Mancera será la primera oportunidad del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), para dar muestra de la relación que planean llevar con el jefe de Gobierno los próximos tres años.
Morena, principal fuerza en la Asamblea Legislativa, dará muestra de su intolerancia lopezobradorista o de un juego político bien planeado que no lo deje como un grupo de radicales.
El informe mantiene nerviosa a Patricia Mercado, nueva secretaria de Gobierno, porque esta será su prueba de fuego respecto a su fuerza política, y evitar que su jefe no sea abucheado ni agredido a su llegada al recinto de Donceles.
La funcionaria mostrará si en pocas semanas consiguió armar un buen equipo que la ayude a controlar a los varios grupos que se espera vayan a manifestarse en contra del mandatario capitalino.