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MÉXICO, DF, 6 de agosto de 2014.- El misterioso asesinato de un presunto narcotraficante en México puso al descubierto un lucrativo, pero poco conocido mercado por el que luchan las organizaciones criminales en su proceso de diversificación: el tráfico de vejigas de peces exóticos al Continente Asiático, advierte el sitio especializado en seguridad In Sight Crime.
Samuel Gallardo Castro, alias El Samy, a quien las autoridades mexicanas identificaron como un jefe de plaza del crimen organizado, fue asesinado el 11 de junio, y, poco después de los hechos, un hombre se entregó a las autoridades y confesó el asesinato, alegando que Gallardo le debía un millón de pesos por un cargamento de vejiga de totoaba, una especie endémica del Golfo de California.
Los informes señalan que la autoridad dudó la historia y de las facultades del presunto homicida y que pudieron haberlo dejado en libertad, pero en todo caso la
historia ilustra ilegal ecotráfico que se ha desarrollado en esa los últimos años, según una investigación realizada por Mexicali Digital, retoma In Sight Crime
Según ese informe, refiere el sitio especializado, el buche de totoaba, que se considera en peligro de extinción, se cotiza entre siete y 14 mil dólares en los Estados Unidos, desde donde se envía ilegalmente a ciertos mercados del Continente Asiático, donde un plato de ese producto alcanza precios exorbitantes.
Según Mexicali Digital los vínculos de Gallardo con el tráfico de totoaba, que eran facilitados por su papel como director de la Cooperativa Pesquera Alto Golfo, son un ejemplo de la creciente participación de los narcotraficantes en este comercio, y muchos de los grupos criminales que operan en Sonora y Mexicali lo consideran más fácil y seguro que el tráfico de marihuana –otro importante producto de exportación de la zona.
En diciembre de 2013, las autoridades mexicanas desmantelaron un grupo de contrabandistas que traficaban totoaba en el Mar de Cortés, arrestando a cuatro personas e incautando partes del pescado con un valor estimado entre los 35 mil y los 60 mil dólares.
En tanto, en abril de 2013, en una residencia en Calexico, las autoridades fronterizas de Estados Unidos arrestaron a un hombre y confiscaron más de 200 buches de totoaba valoradas en más de 3.6 millones de dólares en el mercado negro. El pescado, que iba a ser enviado al exterior, estaba siendo transportado desde México bajo las alfombrillas de un coche.