Es 2015, el año de la instrumentación de reformas

MÉXICO, DF, 28 de septiembre de 2014.- Los industriales del país, afirman que el próximo año marcará la mitad de la presente administración y deberá ser el año de la instrumentación eficaz de las reformas estructurales y de la generación de resultados consistentes y perdurables para lograr un crecimiento incluyente y dinámico de la actividad económica nacional, destaca la red de Noticias MVS.

En su pulso semanal, la Confederación Nacional de Cámaras Industriales (Concamin), explica también que estamos frente a un periodo crucial en lo económico y definitorio en materia político-electoral.

Es este tema recordó que habrá procesos electorales que tendrán lugar en 17 Entidades Federativas y serán acompañados por la elección federal que definirá la composición de la Cámara de Diputados que acompañará al Poder Ejecutivo en la segunda mitad del presente sexenio.

En lo económico, señaló que una vez definido y promulgado el contenido de las reformas estructurales, es tiempo de hacer realidad las expectativas forjadas alrededor de cada una de ellas: más y mejores empleos, fortalecimiento de la hacienda pública federal, transparencia, rendición de cuentas, competitividad en sectores estratégicos, financiamiento oportuno para las Pymes, aumento en la calidad de bienes y servicios, menores costos de energéticos para hogares y empresas, entre otros.

Refirió que de acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica para 2015, el Ejecutivo busca un crecimiento económico de 3.7 por ciento, acompañado por una inflación de 3 por ciento, contando con un precio de referencia de la mezcla mexicana de petróleo de 82 dólares por barril, un tipo de cambio de 13 pesos por unidad, una tasa de interés nominal promedio de 3.3 por ciento, un endeudamiento interno de 595 mil millones de pesos y externo por 6 mil millones de dólares, con un déficit en las finanzas públicas equivalente al 3.5 por ciento del PIB o 641.5 mil millones de pesos.

Este escenario, dijo la Concamin, se puede lograr por el impulso que recibirá la economía por el arribo de inversiones a los sectores telecomunicaciones y energético, el aumento en esperado en el flujo crediticio a favor de las empresas, como resultado de la reforma financiera y la consolidación del crecimiento de la economía estadounidense, principal destino de las exportaciones mexicanas.