Da Brugada la bienvenida a marchas en contra de la violencia a la mujer
MÉXICO, DF, a 28 de octubre de 2014.- “El automóvil debe ser cada vez un lujo muy costoso”, es la afirmación contundente del narrador, cronista e intelectual mexicano Juan Villoro y ésta es sólo alguna de las reflexiones que aborda en su libro Vértigo horizontal, cuyo tema central es la ciudad de México y su transformación del último medio siglo, y en la que, por supuesto, el uso del automóvil y el desplazamiento en la metrópoli forman parte integrante de las circunstancias a sortear por los protagonistas.
El también periodista añadió: “tenemos que aceptar que el futuro de la ciudad es el transporte público y el automóvil debe ser, cada vez más, un lujo muy costoso. Todavía hay demasiados incentivos incomprensibles para tener automóvil siendo éste el principal adversario de la ciudad”.
El autor de Tiempo transcurrido ironizó sobre una de las paradojas que enfrentan los usuarios de taxis.
“Es difícil entender una ciudad en donde la nomenclatura no ayuda y 269 calles se llaman Hidalgo; un lugar en donde el taxista le dice: ‘usted me indica por dónde y la que el desplazamiento representa un desafío a veces insorteable”.
El escritor, como un habitante y conocedor de la ciudad de México la define como un lugar que va constriñendo la calidad de vida y por eso es el escenario de crónicas, relatos, experiencias de una colección de personajes dispersos entre los que los conductores de transporte público conforman una de las más importantes fuentes de información al ser testigos de sucesos en los lugares que recorren: “los choferes del transporte público son recolectores natos de historias”.
Propuso una sincronización racional entre el Metro y los autobuses de pasajeros conformarían la única salida que podría permitir a la ciudad de solventar sus problemas de movilidad causados por el abigarramiento en el actual transporte urbano y los congestionamientos demenciales de tránsito vehicular.