México enmudece a La H al 85 y 97 con grito de 4-2
MÉXICO, DF, 31 de agosto de 2014.- El peruano Raúl Pacheco se convirtió en bicampeón de la edición 32 del Maratón de la Ciudad de México, con un tiempo de dos horas, 18 minutos y 25 segundos, poco más de un minuto que el realizado en 2013, pero sin las condiciones de lluvia que prácticamente acompañó a los 20 mil competidores durante los poco más de 42 kilómetros de que constó la ruta.
Simón Kariouki y Rodgers Ondati, de Etiopía y Kenia llegaron en segundo y tercer lugar, respectivamente.
El ganador obtuvo un premio de 450 mil pesos, mientras que los africanos ganaron 100 mil pesos.
Sergio Reyes Carranza fue el primer mexicano que llegó a la meta.
En la rama femenil el triunfo fue para la la etíope Amare Shewarge con un tiempo de dos horas: 41.21. La peruana Gladys Tejeda terminó en tercer vpuesto, atrás de Diane Nukuri Johnson, de Burundi. La premiación se realizó en el estadio de Ciudad Universitario.
El balazo inicial lo dio, a un costado del Hemiciclo a Juárez y bajo un fuerte chaparrón, Horacio de la Vega, titular del Instituto del deporte del DF. El recorrido, iniciado por miles de corredores –desde el año pasado– rememora la ruta recorrida en los Juegos Olímpicos de México 1968.
Dos horas 18 minutos, 25 segundos después, el peruano Raúl Pacheco Mendoza entraba al Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria para alzarse como el campeón de la rama varonil, convirtiéndose en el bicampeón de la carrera en el desenlace de la XXXII edición del Maratón de la Ciudad de México.
El tiempo del corredor peruano entrenado por el mexicano Rodolfo Gómez, pudo haber sido un poco menor pero se confundió antes de tomar el túnel que conecta al estadio debido a falta de señalización y perdió algunos segundos arriesgándose a que lo alcanzaran.
«Había una gran parte del recorrido con desviaciones; cambiaron la entrada me desvié y un señor me dijo ‘vuelve, vuelve’, y a tiempo porque el etíope estaba cerca», declaró un cansado, pero feliz Pacheco sobre su despiste que tuvo al llegar a la meta.
La parte decisiva de la carrera comenzó cuando los competidores que iban a la punta ingresaron a Insurgentes, a la altura del Polyforum Cultural Siqueiros, y los corredores africanos y el peruano Raúl Pacheco Mendoza, comenzaron a apretar el paso y a separarse de los demás. A la altura de las Palmas el contingente se compactó y solo quedaban cinco y a menos de dos kilómetros Pacheco Mendoza comenzó a separarse y entró a las inmediaciones del Estadio Olímpico Universitario con ventaja.
La lluvia acompañó durante la primera hora a los maratonistas y los encharcamientos en Paseo de la Reforma entorpecieron su paso y complicaron su recorrido.
Un encharcamiento de por lo menos 25 metros de largo en el cruce de Reforma e Insurgentes provocó que varios deportistas optaran por librar la acumulación de agua montándose al camellón.
Poco más de dos mil efectivos de la policía capitalina vigiló el desarrollo del Maratón sin que se registraran mayores incidentes.