Cae El Cholo Palacios, presunto jefe de plaza de Guerreros Unidos
MÉXICO, DF., 17 de enero de 2016.- Al lamentar que el sistema migratorio mexicano deporta a miles de migrantes, cuestionando la viabilidad de las actuales políticas para tutelar las garantías y derechos humanos, la Iglesia católica advierte que la visita del Papa Francisco a Ciudad Juárez, inédita en todo sentido, conmoverá el muro de odio y estremecerá las conciencias al advertirnos de cada muerte anónima y del sufrimiento en ambos lados de la frontera.
En su editorial dominical publicado en Desde la Fe, la Arquidiócesis Primada de México señaló que “México parece actuar de manera contraria al solapar conductas corruptas y delictivas que maltratan la dignidad de los migrantes, en contradicción con los programas migratorios ofrecidos como panacea”.
Recordó que durante su pontificado, el Papa Francisco ha advertido del espíritu individualista y la cultura del descarte que parecen guiar al mundo agobiando, de forma particular, a millones de migrantes que dejan sus países en búsqueda de esperanza.
Destacó que la nueva vida que sueñan millones de indocumentados se vuelve pesadilla cuando luchan por preservar su libertad y vida, amenazadas por el crimen organizado, y delincuencia al amparo de placas y uniformes.
“Ignorar los gravísimos problemas de la cuestión migratoria tendrá efectos lamentables para nuestro desarrollo”, precisa.
Lamentó que a tal situación se suma la diplomacia que no afronta las amenazas de políticos estadounidenses amagando con deportaciones masivas y muros divisorios.
“Al caminar hacia la línea divisoria, el Papa dirá al mundo que todos somos migrantes y que la Iglesia, por el poder del Evangelio, la solidaridad y el amor, atraviesa cualquier muro y alambrada en pos de la esperanza y soluciones racionales inmunes de hipocresías y nacionalismos proteccionistas, para advertirnos de la urgente redención de la política migratoria mexicana y vencer la impunidad ante muchísimas muertes que nos enlutan y avergüenzan”, puntualizó la Iglesia en Desde la Fe.
“La presencia del Papa entre nosotros será aliciente para motivar una transformación verdadera que no quede en los pragmáticos discursos. La cuestión migratoria propiciaría un nuevo estado de cosas para que no impere la cultura del descarte agotando nuestra vitalidad nacional”, expresó.