Cae El Cholo Palacios, presunto jefe de plaza de Guerreros Unidos
MÉXICO, DF a 24 de mayo de 2015.- El enfrentamiento del pasado viernes 22 de mayo que dejó 42 presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) muertos, además de un Policía Federal (PF) fallecido, se convirtió en el evento más sanguinario entre fuerzas federales y miembros del crimen organizado.
De acuerdo con datos oficiales, el evento que se dio en el municipio de Ecuandureo, Michoacán, sobre la carretera rumbo a Tanhuato en el kilómetro 371, se dio un combate frontal entre probables sicarios del CJNG y la PF desde las 10:00 de la mañana.
El intercambio de balas tuvo una duración de al menos tres horas así como la detención de tres sospechosos que habrían participado en los hechos.
Desde el 2006, cuando el ex presidente Felipe Calderón declaró la guerra a los grupos del narcotráfico, solamente dos eventos se habían colocado con el mayor número de sicarios ejecutados a manos de la PF, soldados o marinos: Ciudad Mier, Tamaulipas y Tlatlaya, Estado de México.
Los primeros en Tamaulipas
El 15 de septiembre de 2010 se reportó un solo enfrentamiento en el Rancho el Canaleño, en Ciudad Mier, Tamaulipas; cuando miembros de la séptima y octava zonas militares de Escobedo, Nuevo León y de Reynosa, respectivamente, participaron en la campaña permanente contra el narcotráfico y de la Operación Conjunta de ambos Estados, que dejó con un saldo de 22 delincuentes asesinados.
En un principio la Procuraduría General de la República (PGR) se manejó una cifra de 11 sicarios fallecidos del Cártel del Golfo, sin embargo, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) corrigió y detalló las acciones del operativo.
Alrededor de las 8:45 de la mañana del inicio de la Independencia de México, miembros de la Sedena arribaron al Rancho para realizar reconocimientos en la zona cuando fueron recibidos a balazos, por lo que repelieron la agresión y terminaron con los pistoleros.
“Siendo aproximadamente las 13:48 minutos, durante reconocimientos terrestres del personal que integra la Base de Operaciones Móvil denominada Tango Urbano B, pertenecientes al séptimo Regimiento Blindado de Reconocimiento y en coordinación con personal perteneciente al séptimo Batallón de Fuerzas Especiales, al ir arribando a un rancho fuimos agredidos por individuos armados, repeliendo la agresión durante aproximadamente una hora 12 minutos”, señaló la dependencia.
Fueron incautadas 55 granadas, mil 540 cartuchos útiles de distintos calibres, ropa de camuflaje tipo militar, siete vehículos, 18 armas largas, la mayor parte AK-47, cuatro pistolas y 99 cargadores, además de un militar lesionado.
Tlatlaya y la masacre que dividió opiniones
En junio de 2014 se dio uno de los episodios que el gobierno de Enrique Peña Nieto trató de ocultar, el asesinato de 22 presuntos secuestradores en el municipio mexiquense de Tlatlaya, colindante con Michoacán y Guerrero.
El gobierno ha dicho que todos murieron durante un tiroteo feroz durante un enfrentamiento ocurrido en la mañana del 30 de junio. Esa versión fue puesta en duda pues de los soldados sólo resultó herido un elemento, y las evidencias físicas en el lugar apuntan a que hubo un asesinato selectivo y colectivo.
Entre las víctimas se encontró a una menor de 15 años que, al igual que los otros sujetos, fue ultimada cuando yacía lesionada en el suelo, todos en el interior de una bodega donde fueron encontrados los cadáveres.
Al menos en cinco lugares de las paredes interiores aparecía un mismo patrón: una o dos marcas de balas rodeadas por salpicaduras de sangre, lo que da la apariencia de que algunos de los muertos fueron puestos de pie, arrinconados contra la pared, antes de recibir uno o dos tiros, precisos, a la altura del pecho.
Estos tres eventos son los que encabezan la lista de los eventos más sangrientos entre fuerzas federales y narcotraficantes, aunque la que se dio en la frontera entre Michoacán y Jalisco fue la que más vidas tuvo.