
El recuerdo de un Maestro que vivió sin tregua, entre acordes y sombras
MÉXICO, DF., 7 de junio de 2014.- En el barrio de Tepito se recicla la ropa y los cacharros usados pero también «nos ha dado por reciclar conciencias e inconsciencias… es decir: volteen a ver qué somos», sostiene Alfonso Hernández, fundador del Centro de Estudios Tepiteños.
Así, asegura, la labor de los colectivos en este barrio es defender el arraigo, la identidad y la cultura, cada uno en trincheras diferentes, y Tepito Arte Acá fue el decano de esa labor, recuerda Hernández.
En entrevista con Quadratín México, el cronista tepiteño destaca que ese colectivo -ahora conocido como Obstinado Tepito- es un proyecto con expresiones plásticas y visuales de arte contemporáneo, del que surgió hace siete años el Monumento a las «Siete Cabronas», una actitud contestataria al entonces jefe de gobierno, Marcelo Ebrard.
En 2007, Ebrard expropió una vecindad de Tepito permeada por el narcomenudeo y afirmó que «ya expropiamos la fortaleza de Tepito» y que con esa expropiación le iban a «devolver la dignidad» pero «la fortaleza de Tepito son sus mujeres, por eso hicimos un monumento a las cabronas del barrio; entendido el término en el sentido más amplio: responsables, matriarcas, sabias, guerreras», rememora Hernández.
El cronista advierte que el barrio atraviesa una etapa difícil debido al modelo de vivienda que se impuso luego del temblor de 1985 para sustituir las vecindades, además de la lucha entre la economía informal y la economía criminal, «por eso se ve con buenos ojos el rescate del Maracaná, la reparación de la alberca del Deportivo Morelos y el nuevo centro que se abrió de artes y oficios de Tepito, en Rivero 12».
Sin embargo, Hernández aclara, «ahora los políticos quieren armonizar la ciudad… Son problemas estructurales que quieren ‘barnizar’ con cultura. Nosotros decimos: en Tepito no queremos casas de cultura con clases de chaquira y ‘pendejuela'».