En las Nubes

Ay, José Emilio

El  autor de “Noticias del Imperio” Fernando del Paso, al recibir el premio Excelencia en las Letras, en la Feria Internacional de la Lectura 2015 en Mérida, Yucatán, se condolió de lo que sufre México, ante  su amigo y escritor José Emilio Pacheco, ya extinto, “¿qué hicimos de nuestra patria?”  Habló de las injusticias, la violencia, la sangre que corre. El narcotráfico, el crimen organizado. Los miles de mexicanos desaparecidos.

Al lamentarse de los dolores que sufre México. “Nunca como hoy me pregunto qué hicimos José Emilio de nuestra Patria. A qué hora y cuándo se nos escapó de las mano esa patria dulce que tanto trabajo le costó a otros construir y sostener”.

“Ay, José Emilio, lo interrogó, sí, dime cuando empezamos a olvidar que la patria no es una posesión de unos cuantos. Que la patria pertenece a todos sus hijos por igual. No solo a aquellos que la cantamos y que estamos muy orgullosos de hacerlo: también a aquellos que la sufren en silencio”.

Reconoce que a sus 80 años pueda  enterarse de pueblos mexicanos cuyo nombre nunca aprendió en la escuela. “Hoy sé de ellos cuando ocurre una tragedia. Una tremenda injusticia. Cuando de ellos brota y corre la sangre: Chenalhó, Ayotzinapa, Tlatlaya, Petaquillas…Qué pena.  SÍ, qué vergüenza que sólo aprendamos su nombre  cuando pasan a nuestra historia como pueblos bañados por la tragedia”.

Escuchar a un viejo maestro de las letras y conocer al hombre que, como casi todos, ama a México refrenda la ilusión de la vida, cuando afirma consciente en lo que dice: “Estoy viejo y enfermo, pero no he perdido la lucidez: sé quién soy, quién fuiste y se lo que digo y hago. Lo único que no sé es en que país vivo. Pero conozco el olor de la corrupción”.

He insiste: “Dime José Emilio, a qué horas, cuándo permitimos que México se corrompiera hasta los huesos. A qué hora nuestro país se deshizo en nuestras manos para ser víctima del crimen organizado, el narcotráfico y la violencia. Ay José Emilio ¿Qué vamos a hacer, qué se puede hacer con veintitrés  mil desaparecidos en unos cuantos años? ¿O son veintitrés mil cuarenta y tres?

Puso en relieve que lo más importante en la vida no es recibir galardones aunque se merezcan, sino denunciar las injusticias que nos rodean. Y en un atisbo de esperanza, luego de preguntar qué proyecto tienen quienes nos dicen gobernar, confirmó reunirse   con nosotros “cuando nuestro país sea de nuevo nuestro”.

Cuánta verdad encierra sus palabras. Elocuentes y sabias.

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