Escenario político
Mi mano extendida
A los amigos hemos advertido el abuso del gerundio. Saber usarlo es de sabios. Por eso siempre, o casi, lo evitamos. Hay que respetarlo porque, en muchos casos, destruye la prosa. El gerundio termina en ando, iendo o endo. Y es un derivado verbal que hace oficio de adverbio. Expresa coexistencia o autoridad inmediata (pag. 95 de “Introducción a la gramática periodística). Al respecto Lope de Vega, escribió sobre el gerundio:
¿Cómo compones? Leyendo. Y lo que leo, imitando. Y lo que imito, escribiendo. Y lo que escribo borrando y de lo borrado escogiendo”. Así es. Ni modo.
A su vez, algunos nos han criticado también por simpatizar con el tricolor. Inclusive por tener como proemio en el teléfono el siguiente texto, vigente aún: “Para el PRI, medalla de oro. Deja tu mensaje”. Explicamos que somos institucionales y votamos por el partido menos malo. Quien se equivocó no fuimos nosotros, sino, en el caso del joven mandatario, la dirigencia. Ni modo.
Les recordamos que cuando en 2000 ganó la derecha, nuestro mensaje telefónico fue: “Al PRI, medalla de Bronce. Deja tu mensaje”. Tuvo, en efecto el tercer lugar. Pero cuando mantuvo la “dictadura perfecta”, nuestra respuestas era: “El mejor partido es el Pri….mero. Deja tu mensaje”.
Seguramente que hay evidencia de lo que digo en la empresa que fue de México y que ahora, gracias a don Carlos, la maneja su tocayo sirio libanes, de todos mis respetos. Reconocer errores es una virtud. La asumo.
Nunca ha sido pretensión contradecir a nadie. Y sí afirmar, con la mano extendida que todos, alguna vez, decimos a nuestros amigos que lo seremos siempre. Pero, ¿cuánto dura en realidad?
Podemos ser los mejores amigos por un año. Muy buenos amigos el siguiente. No hablarnos tan a menudo el próximo año y no necesitarnos del todo, el año después de este. Entonces, lo que quiero decirte es que te admiro, eres importante para mí, te respeto. Aunque nos demoremos en volver a hablar y que realmente te aprecio mucho.
No obstante la brevedad de este mensaje a nuestros viejos amigos los haga saber que no los hemos olvidado y decirles a los nuevos, que nunca lo haremos.
Debemos recordar que todos nos necesitamos. En algún momento de la vida quizás lleguemos a sentirlo. Sólo ten presente que hay alguien que te aprecia y se acuerda de ti. Un abrazo.