La nueva naturaleza del episcopado mexicano
El mejor puente
Siempre hemos dicho que quien siembra, riega y comparte la Cultura, la Fe y la Amistad recibe el reconocimiento y homenaje de los demás. Crea, con tales virtudes el mejor puente. Incluye la erudición, la sabiduría y el conocimiento. Entre los hombres y las naciones. Ni más ni menos.
Así lo pusieron de manifiesto los periodistas de la República Popular de China en reconocimiento, durante homenaje público en Pekín, al colega reportero, periodista y escritor don Teodoro Rentería Arróyave. Lo consideran, con justa razón, el vínculo de prensa entre México y China. Incólume por cuatro décadas.
Desde el año de 1975, ininterrumpidamente, el respetado y respetable Club Primera Plana, que preside Raúl Gómez Espinosa, mantiene el intercambio cultural con la Asociación de Periodistas de la República Popular de China.
También participan la Federación de Asociaciones de Periodistas de la República Mexicana, Fapermex y la Federación Latinoamericana de Periodistas, Felap.
Cada año, periodistas de ambos continentes se visitan.
Esta vez, como invitados especiales están Teodoro Rentería Arroyave con su inseparable Silvia. Fernando Irala Burgos, con Olivia y Joan Vila, con Paquita. Dignos representantes de las tres asociaciones. Acompañantes del que recibe el galardón a nombre de todos los que escribimos.
Hablemos de ese puente. El que nos une. A todos:
El puente más bello del mundo, fue diseñado hace muchos, muchos siglos.
Desde tiempo inmemorial el hombre intentó acortar distancias.
Sin duda, los puentes fueron uno de los instrumentos más útiles de los que se valió para ello.
Algunos parecen querer demostrar la fuerza racional de los ingenieros que los diseñaron. Unos esbeltos e interminables. Otros, en cambio, son una miniatura delicada y risueña. Y los que fueron diseñados por espíritus angélicos para ambientar un cuento de hadas.
Están también los que quieren manifestar la fuerza de los adelantos científicos.
Otros guardan el recuerdo de mil historias, leyendas, traiciones y secretos. Mientras que en algunos, el arquitecto quiso esconder toda la poesía.
Sin embargo, hay uno que fue construido hace muchos, muchos siglos y aún permanece como testimonio de su belleza, ingenio, hermosura y funcionalidad. El mayor y mejor puente construido en la historia de la humanidad: La Fe. Nuestra fe. Creer en nosotros. En lo visible y lo invisible. Hasta en lo que negamos. Eso es. Une para siempre el Cielo y la Tierra.
Es el puente entre Dios y el hombre. Incluye al ateo, al agnóstico y a quien dice que no cree en algo. Ni en la vida. Menos en él.