Corrupción: un país de cínicos
Nadie lo pone en duda
En una sola frase, su santidad el Papa Francisco aglutina la creencia del mundo: “todos somos hijos de Dios”. Retomamos su prédica que llega a tal conclusión. Son cuatro párrafos, llenos de sabiduría y verdad.
Dijo el Obispo de Roma: “La mayor parte de los habitantes del mundo se declaran creyentes”. Esto debería provocar un diálogo entre la religión. Debemos de orar por Él y colaborar con los que piensan distinto.
“Muchos piensan distinto. Piensen distinto. Buscan a Dios, encuentran a Dios de distinta manera. En esta multitud. En este abanico de religiones hay una sola tarjeta que tenemos para todos:
“¡Todos somos hijos de Dios!”
“Confío en ti para distinguir mi decisión de este mes: que el diálogo sincero de hombres y mujeres de diversas religiones conlleven el fruto de paz y justicia. Confío en su oración”.
Por supuesto que es un honor y orgullo ser católico en el mundo. Cien millones de mexicanos lo afirmamos ante la inminente presencia del sucesor de San Pedro, en febrero próximo.
Otra evidencia nos la propicia Samuel H. Miller, prominente empresario judío estadounidense.
Buena parte de esta presentación, se basa en extractos de un discurso que dio en el City Club de Cleveland, Ohio, Samuel H. Miller, prominente empresario de esa localidad, Co-Chairman of the Board de Forest City, una de las más grandes compañías del sector inmobiliario de los Estados Unidos. El discurso fue publicado por el Buckeye Bulletin. Y nosotros, con autorización de don Héctor Murillo, lo reproducimos, con ligeros agregados. Debemos puntualizar que Samuel H. Miller, no es católico. Es judío. Son sus palabras:
Quizá sea más fácil para mí decirlo, porque no soy católico: ya he tenido suficiente, más que suficiente. ¡Ya basta!
En el transcurso de mi vida, jamás había visto un ataque más revanchista, más insidioso, más prejuiciado, que el que he observado en los últimos 18 meses contra la Iglesia Católica. Lo que más extraña es que suceda en Estados Unidos, donde se supone que existe un absoluto respeto por todas las confesiones religiosas.
¿Sabías que en 2007 había en el mundo 1.115 millones de católicos bautizados?
Pues, de ese total, América tiene la mayor cantidad, el 51 por ciento, lo que asciende a unos 547 millones.
Europa alberga al 26 por ciento, unos 282 millones.
África el 16 por ciento o unos 147 millones.
Asia el 13 por ciento, lo que equivale a unos 116 millones.
Y en Oceanía está un 0,8 por ciento, o sea unos 9 millones.
¿Han pensado cuál es la verdadera razón para que algunos medios y grupos se ensañen en una permanente “vendetta” contra una de las más importantes instituciones de la Humanidad, como lo es la Iglesia Católica?
¿Se han detenido a pensar cuál es su objetivo?
Recurramos a la historia:
Luego de la Guerra Civil, hacia 1864, los fundamentalistas, los conservadores, los protestantes y los White Anglo-Saxon Protestants (WASP) iniciaron la trágica moda de quemar cruces a lo largo y ancho del país, especialmente en el Sur.
Pues bien, en lo que a mí concierne, muy poco es lo que ha cambiado desde entonces y hasta el día de hoy.
Pocos conocen y menos aún se divulga, que solo en los Estados Unidos, la Iglesia Católica educa a 2.6 millones de estudiantes, lo que le cuesta más de 10 mil millones de dólares y, por ende, se le ahorra a los demás contribuyentes norteamericanos esa suma al año.
En España, por su parte, cinco mil 141 centros católicos de enseñanza forman cerca de un millón de alumnos, ahorrándole al Estado más de tres millones de euros por cada uno al año.
Los estudiantes de los centros católicos de enseñanza en todo el mundo, terminan sus estudios universitarios en un 92 por ciento; con cargo exclusivo a los fieles católicos. Mientras la educación laica estatal se paga con los impuestos de toda la población, incluida la de los católicos, que además ya han sufragado, por su propia cuenta, la de sus hijos, con cargo a su patrimonio familiar.
La lista de los 100 hospitales más connotados de los Estados Unidos, no sólo está encabezada por el Saint Joseph´s Hospital and Medical Center de Phoenix, Arizona. Esta entidad ha prestado sus servicios por más de 115 años continuos, así como 28 de los otros hospitales seleccionados, son también operados por la Iglesia Católica.
Uno de cada cinco estadounidenses acude a un hospital católico.
Si bien en Estados Unidos hay más de 260 centros médicos católicos, en España 107 hospitales católicos le ahorran al Estado y a los contribuyentes unos 50 millones de euros por hospital al año. En tanto que mil cuatro centros, entre ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de enfermos terminales de SIDA, con más de 51 mil 300 camas, les ahorran otros cuatro millones de euros por centro al año.
¡En total, la Iglesia Católica administra y sirve el 26 por ciento de los centros hospitalarios y de ayuda sanitaria que existen en todo el mundo!
También en España, el gasto de Cáritas al año es de 155 millones de euros, salidos todos del bolsillo de los católicos españoles. El gasto de Manos Unidas suma otros 43 millones de euros del mismo bolsillo como el gasto de las Obras Misionales Pontificias que llega a 21 millones de euros, ¿imaginan de dónde sale ese dinero?
Además, hay 365 centros de reeducación para marginados sociales, ex prostitutas, ex presidiarios y ex toxicómanos, unas 53,100 personas permanentemente, que le ahorran al Estado y a los no católicos del país más de medio millón de euros por centro en cada anualidad.
Eso, sin hablar de los 937 orfanatos españoles que albergan 10 mil 835 niños abandonados, ahorrándoles a los contribuyentes y al Estado, por supuesto, unos 100 mil euros anuales por centro.
¡Ah! Y el 80 por ciento del gasto de conservación y mantenimiento del Patrimonio Histórico-Artístico español lo cubre la Iglesia Católica con las limosnas y donaciones de sus fieles. ¡Se calcula un ahorro aproximado al Estado de entre 32 mil y 36 mil millones de euros al año!
Pero aún hay más.
Te lo narro en las próximas Nubes