En las Nubes/Carlos Ravelo Galindo

La abuela romántica

Una noche una pareja muy adulta, para no usar el adjetivo vieja, estaba ya acostada en su cama. El marido a punto de dormirse. Ella se sentía romántica y quería conversar.

Le dijo: «cuando me enamorabas, me tomabas de la mano…»

De mala gana, el hombre se dio media vuelta. Cogió la mano por unos segundos y luego trató de dormirse de nuevo.

A los pocos momentos ella le recordó: «entonces me besabas…»

Algo molesto, él se dio media vuelta otra vez y le dio un ligero beso en la mejilla y se acomodó para conciliar el sueño.

A los treinta segundos, ella le dijo: «recuerdo que luego me mordías el cuello…»

Ante la afirmación de su esposa el marido tiró la ropa de cama y se levantó.

«¿Adónde vas?», le preguntó.

– ¡¡¡A buscar los dientes…!!!

 Este fue un breviario cultural, para empezar un día con risa.

Nos enteramos, por la agencia informativa del gobierno, de fugaz entrevista a mi nieta Ximena Guadalupe Ravelo Barba, y compañeras de la Universidad Anáhuac, en una de las vallas al Papa Francisco.

La presumo, sin cambio alguno.

“Jóvenes esperan entusiasmados el paso del Papa en Benito Juárez: México, 14 Febrero (Notimex).- “¡Francisco, Paquito, detente un ratito!”, es la consigna con la que más de 100 voluntarios de la Universidad Anáhuac esperan al Papa Francisco en Eje Central, en la delegación Benito Juárez, luego de su visita a los niños del Hospital Infantil ‘Federico Gómez’.

Vestidos con pantalón de mezclilla, playera naranja, gorra y zapatos deportivos, los jóvenes esperan pacientes el paso del pontífice por dicha avenida, esquina con Popocatépetl, y mientras organizan sus cantos, frases y pancartas.

“Queremos que el Papa se sienta como en casa”, expresa Ximena Guadalupe Ravelo Barba, mientras permanece sentada en la banqueta e indica que llegaron desde las 11 horas porque están emocionados, a pesar del intenso calor de esta tarde.

La bella joven explica que pertenecen a los casi dos mil voluntarios de esa casa de estudios, Campus Ciudad de México, quienes apoyan con entusiasmo en todo el recorrido del máximo jerarca de la Iglesia Católica.

Mientras tanto, María José Romero y Marcela Millán comparten sobre esta avenida la porra para gritarle al Papa: “¡Francisco, Paquito, detente un ratito!”. Ellas esperan mirarlo unos segundos y después dirigirse a la Nunciatura Apostólica, ubicada al sur de la capital, para recibir su bendición.

“Con tan solo verlo unos segundos, el Papa Francisco genera una fe enorme y mueve todo; nos da mucha paz”, externa Millán, al tiempo que sostiene un letrero con la leyenda “Si te bajas, te picho los tacos”.

Romero considera que visitar a los niños con cáncer de ese nosocomio es muy importante, porque el jefe del Estado del Vaticano ayuda a vivir la misericordia que promueve en especial este año.

A diferencia de otras avenidas, como Insurgentes, el Eje Central luce aún con pocas personas, pues además de estos jóvenes voluntarios, sólo están elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) y de limpieza.

Por ello, los universitarios invitaron a las personas a sumarse y a vivir la experiencia de recibir el mensaje de paz del sumo pontífice en cada uno de sus trayectos. “Se trata de ver por el otro, como él lo dijo ayer”, añade María José.

Se prevé que el Papa Francisco concluya su segundo día de actividades en el Hospital Infantil «Federico Gómez, a las 18:45 horas, y enseguida recorrerá 12 kilómetros para llegar, 15 minutos después, a la Nunciatura Apostólica, en el número 118 de la calle San Juan Pablo II”.

[email protected]