El concierto del músico/Rodrigo Aridjis
Pájaros en el alambre
Ahora ya con nuevo jefe de prensa allá en donde les platiqué y con los “regalos” del joven mandatario para los agricultores en el Estado de México, vale la pena contar esta ¿anécdota? para que la pongan en uso los sufridos campesinos. Claro, creemos, que sería de gran ayuda. Y daría, además, trabajo remunerado a la burocracia.
Un viejo árabe vivía en Idaho, Estados Unidos. Desde hacía años quería plantar papas en su jardín, pero arar la tierra ya era un trabajo muy pesado para él. Decide enviar a su único hijo, Ahmed, que estudiaba en Francia un correo, para explicarle su problema:
-Querido Ahmed: Me siento mal porque no voy a poder plantar mis papas este año. Estoy muy viejo para arar las parcelas. Si tu estuvieras aquí, se que voltearías la tierra por mí. Que Alá esté contigo. Te quiere, tu papá.
Al día siguiente recibe la contestación de su hijo:
-Querido papá: Por todo lo que más quieras, no revuelvas la tierra del jardín. Ahí es donde tengo escondido aquello. Te quiere, Ahmed.
A eso de las cuatro de la madrugada del día siguiente aparecen agentes de la policía local, del FBI, de la CIA y representantes del Pentágono que dan vuelta a toda la tierra del jardín buscando materiales para construir bombas, Ántrax o armas de alguna especie. No encuentran nada y se van.
Y 24 horas después el viejo recibe otro correo de su hijo:
-Querido papá: Seguramente la tierra del jardín ya está lista y podrás plantar las papas. Es lo mejor que pude hacer desde aquí. Te quiere tu hijo Ahmed. Ah, dale gracias a Alá por los pájaros en el alambre.