Mujeres mexicanas memorables (6)
En la gloria
A don Jorge Bermejo y Marina, su inspiración
Sí, estuvimos dos horas en la gloria deportiva. En donde un experto cronista, Jorge Che Ventura recordó a cincuenta reporteros y fotógrafos que ingresaron en el Salón de la fama de periodistas deportivos y que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deportiva (CONADE), inauguró para ellos. Y 15 que también engalanarán el 22 de febrero de cada año.
Como una película desfilaron nombres de lo mejor que ha tenido México en sus páginas deportivas o en otros medios de comunicación. Un orgullo saber que este premio, un diploma y una escultura con pluma de oro, y figurar su fotografía y nombre en el Salón, se los otorgaron sus pares, no un gobierno déspota y burócrata.
El mérito se lo llevan sus organizadores: Jorge Bermejo García y Emilio Trinidad Zaldívar. Y quienes lo aprobaron, el olímpico y director del centro Jesús Mena Campos, Sandalio Saenz de la Maza y Antonio Murrieta. Ellos fueron solo público entusiasta.
En las instalaciones óptimas, con toda propiedad el adjetivo, encontramos a viejos compañeros recibir su galardón. O a sus descendientes o amigos, hacerlo. No fue, repito, un acto oficialesco. Fue con calor humano, moral, ético. No hubo vituperio. Sencillez. En donde unos honran a sus pares.
Ciento veinte minutos de remembranzas. De recordar tiempos idos, en donde fotógrafos y cronistas fundían su esfuerzo e inteligencia en imprimir, reseñar o redactar los eventos. Cincuenta años en prensa escrita, y hablada en radio y televisión que comenzaba. Escuchamos nombres como don Manuel Seyde que en sus Temas del Día, de Excélsior, bautizó a los futbolistas como los Ratoncitos Verdes. Siguen inmaduros. Quién olvida “Jugaron como nunca. Perdieron como siempre”.
De Pedro el Mago Septién, por su forma de reseñar el beisbol. Reconocer a su hijo y a su nieta, tan hermosa como su abuela Olga. Gooool era el grito oportuno de Ángel Fernández Rugama en sus reseñas futbolísticas. Su parlar en las peleas mundiales de box, por radio. Recordamos la vez que su vehemencia adelantó rounds. Iba por empezar el sexto, cuando la agencia AP daba cuenta que el nocaut llegó en el tercer raund. No se inmutó. Con elocuencia elegante terminó: Y acabó, dijo, la pelea con el nocaut de tal. Así de sencillo.
Mujeres fueron y serán galardonadas. Por ejemplo Isabel Chabelita Silva, cronista de tenis, también del Periódico de la Vida Nacional. O Alicia Pineda, de La Afición como el mismo Jorge Bermejo García. Nos permitió imaginar un coso taurino cuando se recordó a don Paco Malgesto.
Pepe Alameda. O a “monosabio” Carlos Quiroz. Maestros de la crónica taurina. Evocar las redacciones con los nombres de los fotofijas de los hermanos Ignacio y Miguel Castillo. Y otros muchos encuadrados en los diarios que se publicaban entonces: Excélsior, El Universal, Novedades, La Afición, Esto, La Prensa.
Verlos recibir ese estímulo a sus parientes o amigos, hicieron saltar perlas de agua de los ojos de algunos asistentes. Y má cuando una dama, en silla de ruedas, aceptó el reconocimiento a su marido, ya extinto, atronó el espacio con el aplauso.
Jorge Ché Ventura, Fernando Marcos, Antonio Andere, Antonio Huerta, Jorge Soni Alarcón, Flavio Zavala Millet, José Octavio Cano, Agustín González Escopeta, Tomás Morales, grandes hombres de la “tecla deportiva”. Llenaron páginas y horas con sus conocimientos expertos en la materia que cultivaron. Y que nos compartieron. También Fausto Ponce Sotelo El Brujo. Este escribía de día. Vivía de noche y bebía, yo con él, por las tardes. Era conocido por doquier. Su simpatía contagiaba. Hasta la “fortaleza” Armando Estrada le rendía pleitesía. Su hijo Paco Ponce, estrella y jefe de deportes de Proceso enarboló su estirpe.
Ni qué decir de Ignacio Nacho Matus que emocionaba con su trabajo. O del famoso El Papi González Ruz, de La Prensa a quien se atribuyó la siguiente anécdota: Un grupo de diaristas deportivos visitó una población de Estados Unidos. Se reunieron en un bar, en donde había “damas”. Una de ella se le acercó y se ofreció por veinte dólares. “Y haces lo que quieras”. A los que él replicó: “Te doy cinco y hago lo que pueda…”
Especial mención a don Alejandro Aguilar Reyes Fray Nano. Casi en llanto el Ché Ventura, narrador de esta formidable película rindió tributo a quien fue el padre del periodismo deportivo en México. Todos los presentes, de pie, batieron palmas durante un minuto.
Claro que hubo discursos, pero lo importante de la ceremonia bajo toldos en una cancha de tenis de Conade a las 11:00 horas del domingo 15 de marzo fue con la plática sobre cada uno de los cincuenta famosos nombres de quienes son parte ya del Salón de la Fama de Periodistas Deportivos.
No nos dimos cuenta del tiempo transcurrido hasta que se cortó el listón del salón que nos trajo a la actualidad. Creímos que sólo había sido un minuto. Qué alegría convivir con periodistas que no buscan otra cosa transmitir sus conocimientos.
Gracias, decimos a ellos.