Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Como siempre el gobierno promete, pero no se compromete. Desnacionalizó la energía. La manejarán extraños. Ofrece oro y el moro, pero no te dice cuándo. Y cándido pueblo, como siempre, también lo cree a pie juntillas. A pagar la pesadilla.
Patada en las espinillas. A unos les duele el alma, a otros les dan cosquillas. Y como diría Pito Pérez: “El pueblo lo felicita por la mujer que se lleva. Es bonita, disoluta y casi nueva. Tiene un lunar en el pecho, pelos en las pantorrillas y verá muy satisfecho, que ya no tiene cosquillas”. Y luego de este breviario cultural, hablemos de la esperanza. Una ilusión, que como la muerte, llega con la puntualidad mexicana: tarde, como todo, o casi todo, acontece en nuestro país.
Salvo las flores que siempre son bienvenida, pero si son orquídeas, como consejos sanos, mejor. Van algunas para ti: Nunca prives a nadie de la esperanza; puede ser lo único que una persona posea. No tomes decisiones cuando estés enojado. Cuida tu postura física. No pagues un trabajo hasta que no esté concluido. Cuídate de quien no tenga nada que perder.
Aprende a decir «no» con cortesía y presteza. No esperes que la vida sea justa. No dudes en perder una batalla, si esto te lleva a ganar la guerra. No aplaces las cosas. Has lo que sea preciso en el momento preciso. No temas decir: «no sé“, o «lo siento». Contempla el amanecer por lo menos una vez al año. Mira a los ojos a las personas. Di “por favor” y «gracias» con más frecuencia. Gasta menos de lo que ganas. Trata a los demás cómo quisieras ser tratado. Aprende a guardar secretos. Reconoce tus errores. Di siempre la verdad, o cállala si puede herir.
No cuentes todo lo que oigas, no digas todo lo que piensas. En vez de criticar, elogia. Aprende a escuchar, es un arte. No creas todo lo que oyes. Disfruta la belleza. Escoge bien tu pareja, de ahí se deriva la mayor parte de tu felicidad. No pierdas tu control en ningún momento, respira.
Tú eres tal como respiras. Medita treinta minutos todos los días. ¡Disfruta del descanso! Conserva tus amistades. Se honesto, gánate el respeto. ¡Tienes derecho a ser feliz!
Desecha el odio y el rencor: te hacen más daño a ti. Hay cosas que no regresan: La palabra dicha, el tiempo transcurrido y las oportunidades. Has una sola cosa a la vez. La inmortalidad existe, se llama conocimiento.
Pregunta lo que no sabes y recuérdalo para cuando te pregunten. Descubre placer en lo elemental, comer, respirar, caminar, saborear, tocar, ver, dormir….La felicidad es como una alcancía, échale todo lo que puedas. La edad es algo mental, si no te preocupa, no te afecta…
Si en algo te han servido las orquídeas, te ofrezco un florero para ellas.