Alfa omega/Jorge Herrera Valenzuela
Sí, que no se les olvide
A los 47 años, don Armando, comienza la vida de nuevo. Usted, el primer legislador federal de oposición electo en Naucalpan, lo sabe bien por su bisemanal “ECOS”. Felicidades.
Sí, que no se les olvide a los iluminados que pretenden alcanzar un cargo de elección popular, el junio 7 próximo, en el Estado de México. Concretamente en Naucalpan. Tlalnepantla Atizapán, Huixquilucan
Sí, que no se les olvide, como al que ganó en 2012, cumplir a quien se debe. Ni siquiera terminó, para buscar de nuevo “fuero” en una diputación federal, de la que brincó a edil, de la que fue la “Joya de la Corona”.
Sí, que no se les olvide que el ofrecer no empobrece. Sino el cumplir es lo que aniquila. Como sucede a los jóvenes en Los Pinos, hoy.
Sí, que no se les olvide la honestidad a los diez partidos políticos que compiten también por 500 diputaciones federales, nueve gubernaturas, mil nueve presidencias municipales y 641 diputaciones locales. Ni la decencia. La moral y la ética.
Sí, que no se les olvide si ganan y si no también, lo que no se ha cumplido en los últimos tres sexenios y en lo que va del presente y dejó muy claro el 6 de marzo de l994 Luis Donaldo Colosio, (que le costó la vida) al afirmar:
“Hoy, ante los mexicanos, expreso mi compromiso de reformar el poder para democratizarlo y acabar con cualquier vestigio de autoritarismo.
“Sabemos que el origen de muchos de nuestros males se encuentran en la excesiva concentración del poder que da lugar a decisiones equivocadas, al monopolio de las iniciativas, a los abusos y a los excesos.
“Reformar el poder significa un presidencialismo sujeto –estrictamente—a los límites constitucionales de su origen republicano y democrático.”
Nosotros tampoco olvidamos lo que, en aquella fecha agregó el que reemplazaría en la presidencia a Carlos Salinas de Gortari, quien, ante el sacrificio de Colosio en Tijuana, BC, entregó el mando a Ernesto Zedillo Ponce de León. Ambos, vivos aún, de infausta memoria.
Nos impactó también a todos. Y sentimos que es momento de repetirlo a hombres y mujeres, que buscan, eso creemos, servir a México y a los ciento veinte millones que poblamos nuestra República, entre ellos las cuatro alcaldías mencionadas:
“Veo un México con hambre y sed de justicia…un México agraviado…Veo hombres y mujeres afligidos por abusos de las autoridades… veo la arrogancia de las oficinas de gobierno… veo a ciudadanos con falta de seguridad”.
Este discurso le costó la vida a Luis Donaldo. Y hoy, quienes fueron responsables, lo loan. Y se burlan todavía de quienes creímos en ellos.
Pidamos a los candidatos, del partido que sean, ya no ofrecer, ya no proponer, ya no lloriquear, porque nadie les va a creer. Estamos hartos de tanta mentira. Tantísima corrupción. Del exceso de fraudes. De no cumplir absolutamente nada.
Simplemente queremos limpieza, honradez, seguridad, luz, tranquilidad. Calles y avenidas sin agujeros. Agua las 24 horas en pueblos, colonias populares y fraccionamientos. Que a todos se nos trate por igual. Escuelas con atención. Jardines y camellones arreglados.
Pero sobre todo puntualizar a quien sea electo, no se olvide del pasado, nuestras penurias y reivindique con trabajo y la aplicación íntegra, vertical, transparente y honesta, de nuestros impuestos, a los que se olvidaron de sus ofrecimientos y se han ido, ricos, muy ricos o pobres, muy pobres, a reírse de quienes, de una forma u otra, los elegimos y nos fallaron.
Sí, les repetimos a todos, azules, verdes, tricolores, amarillos, morenos, etcétera, etcétera, etcétera, hasta llegar a diez, más los independientes: Sí, no se olviden de su obligación con quienes los mantenemos.
Así de sencillo y breve lo expuso al que mataron en Tijuana, en 1994, por pedirlo.