En las nubes

Consejo popular en boga: Si un abogado no te puede sacar de la cárcel, contrata a un ingeniero. Son infalibles. Insuperables. Hasta dan casas y buenas comisiones. Tenemos, varios ejemplos. Uno de ellos el de Joaquín El Chapo Guzmán. Cambiaron toneladas de tierra, por su libertad. Inclusive han hecho olvidar a los sufridos ciudadanos por culpa de algunos supuestos mentores.

Debemos aceptar que pagan justos por pecadores. Porque, en tanto falsos redentores enlutan a verdaderos catedráticos en varias entidades del país, en el Estado de México se enaltece a la instrucción pública.

Por ejemplo en la telesecundaria General Felipe Ángeles, en la colonia Esmeralda, del municipio de Tecámac, se reverenció a los verdaderos profesores.

Durante una ceremonia de fin de cursos, para felicitar a los alumnos que suben de estudio y los que llegan al tercero de secundaria, la alumna Gabriela Rosales López, abanderada escolar, se dirigió a sus compañeros. El propio director del plantel, licenciado José Luis Olvera Meneses, de pie, orgulloso, se unió al aplauso unánime de profesores, padres de familia y alumnos por el mensaje. Nosotros, tras conocerlo, decidimos publicarlo.

Resulta una bofetada a quienes dicen instruir, pero solo cobran por no hacerlo. Enturbian el ambiente educativo y llenan de furor a los ciudadanos, que ven cómo el gobierno, en minúsculas, nada hace por contenerlos y sí los “premia” por su falta de ética, moral, honestidad, pero sobre todo decencia, que seguramente nunca han conocido.

El siguiente es el texto íntegro, que frente a padres de familia, maestros y alumnos, improvisó la jovencita Rosales López:

“Qué gusto poder hablar a mis compañeros. Frente a nuestros profesores que nos llenan de cultura y sabiduría. Y de los padres que confían en nosotros. A estos, maestros y parientes, nuestra gratitud.

No se trata de una despedida.

Queremos felicitar a quienes ascienden a un nivel superior de enseñanza. Y a los que como yo, ocuparemos sus lugares en una nueva etapa de estudio.

Debemos tener presente que los alumnos, con un profesor, un lápiz y un libro, podemos cambiar el mundo. Para eso y por eso debemos esforzarnos: Lograr un México mejor.

Ustedes amigos, van en pos, como nosotros en breve, de conocimientos más avanzados. Pero no debemos olvidar, todos, que con el estudio de los libros de texto, y la orientación de nuestros mentores escolares, como sucede en la actualidad aquí, seremos ciudadanos modelo. Tan difícil serlo en este nuevo Siglo.  Pero fácil de superar si nos empeñamos en resolverlo. Este, el de hoy, es un ejemplo tangible.

Superaron la instrucción secundaria y llegan, como nosotros, a una nueva etapa. Qué orgullo: Se honra a sus maestros, pero sobre todo a la que debemos la vida, nuestra madre, que con orgullo, lo veo aquí, disfrutan de nuestra presencia.

Ante nuestro Lábaro Patrio reconocemos a los que terminan un ciclo de estudios. Y a la nuestra por ocupar sus lugares y disfrutar del excelente profesorado que nos inculcó instrucción, enseñanza y conocimientos bastos de la cultura.

A ustedes condiscípulos nuestra felicitación. Y a nuestros queridísimos maestros, nuestro eterno agradecimiento”.

Demuestra, obviamente que como insistimos al principio, “pagan justos por pecadores”. Demuestra esta ceremonia que sí hay magistrados que honran a su país, su profesión educativa y de instrucción.

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