Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
Diario aprendemos
Comprendimos de nuevo ayer que la casualidad no existe. Que el tiempo es un juez tan sabio, que no sentencia de inmediato, pero al final da la razón al que la tiene.
En el Club Primera Plana, en donde diario aprendemos, dos colegas, chiapanecos ambos, Roberto López Moreno y Mario Luis Altuzar Suárez presentaron sus más recientes trabajos literarios. Vaya, sendos libros.
En una sesión comida ofrecida a los dos y que honra a nuestros directivos, tuvimos la oportunidad de escucharlos disertar. Vaya, platicaron con sus pares. Oímos algo diferente. Cautivaron al centenar de asistentes. Todos inmersos en la literatura periodística. A los que ya no se les engaña con patrañas. Y si se les deleita con cultura, tan extraña en estos tiempos.
Los dos escritores, reporteros y licenciados en periodismo, explicaron con disquisición, esa exposición rigurosa y detenida de una cosa, el contenido de sus experiencias. Fue una jornada óptima, para muchos, poder escucharlos, disertar. No tratar de convencer, sino sintetizar el contenido de sus trabajos plasmados en papel.
Nada oficial. Cero elogios Nos hicieron regresar a nuestras redacciones, aquellas en donde escuchábamos a los jefes hablar sobre lo que ellos sabían de más. Y nosotros absorbíamos para ilustrarnos.
Los dos, amigos entrañables de muchos, muchos años, nos recordaron que madurar es entender que no todo tiene que ser perfecto, para poder ser. Dieron muestras, como buenos poetas, que la amabilidad es tan poderosa que es capaz de arrasar con los malos resentimientos.
Inmersos por decenas de años en el oficio de tundir teclas, nos hicieron ver que añorar el pasado, es correr contra el tiempo. Pero nutre el espíritu.
Fueron dos, tres o más horas de charla con ellos. De gente que entiende de letras, en donde quedó de manifiesto lo que decía Rubén Darío: “El libro es fuerza, es valor, es poder, es alimento. Antorcha del pensamiento y manantial del amor”.
Gratificante la sesión que convocaron Raúl Gómez Espinosa. José Luis Uribe Ortega y María de las Mercedes Ávila Govea, directivos del Club.