De norte a sur
La amabilidad es tan poderosa que es capaz de arrasar con las más altas montañas de resentimiento, y hacer brotar de esas ruinas la bella flor del perdón. Esta frase, como otras expresiones, poco a poco se olvida. Por eso es nuestro deseo recordar lo que en alguna ocasión nos las dijeron en casa. Alguien las atribuye a nuestros ancestros, pero estamos seguros que aún nuestros bisnietos recuerdan y las utilizan, de vez en cuando.
Queremos refrescarles la memoria a los que las conocen y las omiten. Y a quienes tienen ganas de aprender algo “nuevo” y sabrán utilizarlas, sin menoscabo de lo que ahora está en boga.
Por ejemplo, tú, niño, joven, viejo o reviejo, que no anciano, habrás escuchado está “Desconchinflado”. O “pipirín”, “muina”, “patatús”, “tirria”, entre otras.
Son voces, expresiones y locuciones mexicanas utilizadas por nuestros parientes de mayor edad. Poco a poco se han olvidado y desvanecido en el tiempo. Esa gala retórica e ingeniosa, de humor pícaro está en extinción.
Los abuelismos, por llamarlos cordialmente de alguna manera formaron parte del colorido lenguaje mexicano. Son palabras y frases que escuchamos alguna vez en las reuniones familiares o en el barrio antes de la llegada de los videojuegos, el internet y la televisión.
Hay un relevo generacional al que también le llegarán palabras como “meme”, “wasapear”, “stalkear”, “escrache”, “selfie” y otras más.
Recordemos, en un diccionario de la A, a la Zeta algunos modismos que nos acompañaron y nos enseñaron nuestros amados viejos. Sin lastimar a nadie. Podremos usarlos, así de simple. No ofenden. Veamos:
Achichincle. Acompañante incondicional, también es un ayudante y adulador.
Achicopalarse. Depresión, agobio, aflicción temporal.
Argüende. Murmuración falsa, chisme, intriga.
Borlote. Escándalo, gritería, desorden, tumulto.
Chochear. Dar el viejazo, comenzar con las conductas seniles.
Común. Forma de nombrar al excusado, retrete o WC.
Cotorrear. Plática bastante animada entre amigos.
Chilpayate. Expresión equivalente a niño, chamaco, morrito.
De pipiripao. Equivalente a mediocre.
Desconchinflada. Artefacto descompuesto, que ya ni dándole un golpe funciona.
Desguanzada. Que ya dio lo que tenía que dar, que todo está agotado.
El pipirín. Manera de nombrar a la comida, la hora de llenar la muela.
Endilgar. Atribuirle algo desagradable a alguien.
En un de repente. Un imprevisto, algo inesperado, una sorpresa total.
Enyerbado. Brujería con hierbas para atrapar al novio, esposo o amante.
“Gonzalitos” de oficina… Responsable y humilde empleado de gobierno que asume sus obligaciones oficinistas con alegría. Es el abuelo del actual “Godínez”.
Gorrón. Sinvergüenza que nunca paga sus cuentas o coopera para la causa.
Grangear. Hacer méritos para ganarse la voluntad de otros.
Guateque. Fiesta donde se come, bebe y baila alegremente.
Hacer de tripas corazón. Esfuerzo grande, aguantar, seguir de pie y resistiendo.
Itacate. Provisión de comida para el largo camino y que es parte de los alimentos de la fiesta, la reunión, la pachanga.
Malpaso. No resistir a la tentación de la carne prenuncialmente.
Me sabe la boca a centavo. Coraje o mal rato que deja una marca desagradable.
Mitote. Fiesta casera, la palabra proviene del náhuatl mitotl, una danza practicada por los aztecas en la que los participantes se adornaban vistosamente.
Muina. Rabieta, un enfado, un enojo.
Ni fu ni fa. Indecisión plena, ambigüedad pura, también utilizada para expresar falta de importancia.
Ni yendo a bailar a Chalma. Carencia de toda esperanza para remediar algún mal, es decir, ya valió. Y es que al pueblito ubicado en el estado de México peregrinaban los indígenas para bailarle a Tezcatlipoca –también conocido como Oztetotl o Dios de la Cueva- y obtener favores de él.
No sé por qué diantres. Frase para suavizar un enojo o una maldición invocando al diablo, pero que lo sustituye utilizando el eufemismo diantres.
Quién quita y… Posibilidad, probabilidad de que suceda, casi, casi, un volado.
Patatús. Enfermedad emocional y psicosomática empleada para el chantaje, era la palabra de la premonición al mareo y el desmayo por un acto aventurero ajeno.
Prángana. El sin dinero, sin oficio y sin beneficio, holgazán. Como tú, pues.
Sanseacabó. Expresión enfática que da por terminado un asunto.
Santas Pascuas. Expresión mínima para poner punto final y sin pleitos a un problema.
Soponcio. Mareo de las abuelitas y mamás preocuponas.
Sulfurarse. Exaltarse, cuando la sangre sube a la cabeza.
Tate sosiego. Llamado a permanecer quieto.
Tilico. Flacucho, casi esquelético. Como yo.
Tirria. Mala voluntad hacia alguien, tirándole al odio.
Traqueteo. Muchas veces el mismo camino y se notan las marcas del tiempo andado.
Vaquetón. Palabra para señalar al “ni-ni” del siglo pasado.
Zangolotearse. Moverse de manera continua y violenta.
Casi estamos seguros que deberían ser integradas al diccionario de la Lengua Española. Nos cae que sí. Ah, es otra expresión que faltó, y la agregamos.