Escenario político
Para todo bien, también.
Al médico Fernando Calderón Ramírez de Aguilar, musicólogo también, que ayer celebró sus primeros setenta y cinco años acompañado de Carmen, su infatigable esposa. Felicidades.
Los “prohombres” de hoy en día. Y más si tienen fuero y poder, que no es lo mismo, enumeran sus ideas para que todo ente racional entienda mejor. Nosotros, sin lo uno y menos lo otro, les copiamos sus mañas. Ponerle número. Para que hasta ellos mismos nos entiendan. Como lo que exponen. Y no entienden.
Seguimos con la música. Que cura todo. Bueno casi todo. Por eso, al primer capítulo bautizamos “para todo mal, la música”. El de hoy, “para todo bien, también”. Valga la redundancia y el astigmatismo.
Relaja los síntomas de depresión: Cuando te sientes muy mal, la música puede animarte (tanto como el ejercicio). Los especialistas sugieren que el tipo de muisca importa: La clásica y los sonidos de meditación parecen ser particularmente inspiradores. Mientras que la «heavy metal» y «techno» podría empeorar los síntomas depresivos.
Mejorar el humor: Un estudio del año 2013 demostró que la sinfonía ayudó a mejorar el humor de la gente y ponerse en contacto con sus sentimientos. Los participantes calificaron como los dos más importantes beneficios de escuchar música a «la regulación del humor y el ánimo» y la «conciencia de sí mismo».
Premia el rendimiento cognitivo: La música de fondo puede mejorar el rendimiento en tales tareas. Un estudio demostró que escucharla permitía a las personas en exámenes completar más preguntas en el tiempo asignado. Y obtener más respuestas correctas. Investigaciones más recientes sugieren que la música mejora la función de sapiencia, si mejora primero el estado emocional de la persona.
Ayuda a obtener mejor rendimiento en situaciones de mucha presión: Se demostró que los jugadores de básquet de pobre rendimiento, bajo presión durante los juegos, mejoraron significativamente su rendimiento en los tiros libres, si escuchaban músicas y letras pegadizas antes del partido.
Reduce la ansiedad tanto como el masaje: Los efectos de la música sobre la ansiedad son similares a los efectos de disfrutar de un masaje.
Disminuye la tensión a los pacientes antes de una cirugía: Se asegura que escuchar música ayudó a tener en calma a pacientes que pasaran una cirugía cardiovascular. Los relajó mientras esperaban la intervención quirúrgica. Importante beneficio que obtuvieron cerca de 4 millones que pasaron por esta cirugía en los Estados Unidos.
Alivia el estrés luego de la cirugía: Escuchar música luego de una intervención quirúrgica, recostado en la cama, ayuda a relajar a los pacientes y disminuir sus niveles de estrés.
Mejora el humor al conducir: Escuchar música mientras manejas puede modificar el humor de manera positiva. Por lo que si te sientes enfadado en el auto, intenta poner tu música favorita para mejorar tu humor.
Ayuda a los enfermos: La música los ayuda a comunicar sus sentimientos, manejar el estrés, y aliviar el dolor físico y el malestar. Además, puede reducir la ansiedad y mejorar su calidad de vida.
Mejora la recuperación de los pacientes: Investigadores de Finlandia llegaron a la conclusión de que quienes sufrieron apoplejías y escucharon música por dos horas al día, mejoraron su memoria verbal y su atención. Presentaron mejor humor comparado con los que no lo hicieron. O que sólo oyen libros auditivos.
Sin importar tu gusto musical, es claro que la melodía beneficia al mundo. Beethoven sobrevivió, se enamoró y compuso la mejor música, pese a carecer de audición. Era sordo, según sus biógrafos. Pero amaba