Eliminar autónomos, un autoengaño/Bryan LeBarón
La verdad a secas
Todas las mañanas, durante los últimos diez y seis años, el gobierno nos platica que todo va bien. Que el panorama general del país es óptimo. Que todos tienen trabajo. La paz priva en el territorio.
Y que nuestro peso está más firme que el Peñón de Gibraltar, en Europa. Que Pemex, la Comisión Federal de Electricidad, como antaño sucedió con Teléfonos de México y los ferrocarriles nacionales de México, tienen futuro provisorio. Al grado que puede venderse a la iniciativa privada, para beneficio de la comunidad toda. Como lo hacho sucesivamente por quienes detentan el poder.
Claro que son buenos deseos, pero faltos a la verdad del acontecer nacional. Porque, como lo vemos, de cierto no hay nada.
Tenemos, como se ha dicho sin cesar, hambre y sed de justicia. Pero nadie se compadece de este pueblo cuyos ciudadanos mueren por cientos cada día. Y no solamente por no comer o enfermedades que no se combaten. Las balas también contribuyen.
Deberían nuestras sabihondas autoridades decirnos la verdad a secas. Aún cuando nos duela. Pero no lo acostumbran.
A partir de hoy, lunes de Pascua los medios insistirán en la mentira. Qué nos queda. Sí, por supuesto, como nos pide el Papa Francisco: rezar.
Todo lo anterior nos recuerda, sin embargo, la anécdota del galeno y su plática con la esposa afligida.
Una mujer acompañó a su marido a la consulta médica. Después del chequeo habitual, el médico llamó a la mujer, sola, a su despacho y le dijo:
Señora, su marido tiene una enfermedad muy grave, combinada con un estrés terrible. Si no hace lo siguiente, sin duda morirá:
Cada mañana, prepárele un desayuno saludable. Sea amable y asegúrese de que esté siempre de buen humor. Prepárele algo rico para comer, que le alimente bien y que pueda llevar al trabajo. Cuando regrese a casa debe esperarlo con una cena especial.
No lo agobie con tareas, porque podría aumentarle el estrés. No hable de sus problemas. Ni discuta con él, porque sólo agravará su estrés. Intente que se relaje por las noches, Utilice ropa interior sexy y dándole muchos masajes.
Y lo más importante, haga el amor con él, varias veces a la semana.
Si puede hacer esto durante los próximos 10 o 12 meses, creo que su marido recuperará su salud completamente.
De camino a casa, el marido le pregunta a su mujer:
– ¿Qué te dijo el médico?
– ¡Que te vas a morir!