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México DF, 22 de agosto de 2014.- Actualmente, la mitad de los habitantes del planeta viven en asentamientos urbanos; y se prevé que alrededor de 70 por ciento de la población del mundo será urbana para 2050, por lo que facilitar vivienda digna, promover una adecuada movilidad urbana, generar espacios de convivencia, proteger el medio ambiente, garantizar la seguridad, impulsar la prosperidad y lograr la inclusión social son los retos que pretende alcanzar el gobierno mexicano rumbo a la Cumbre mundial Hábitat III en 2016, sin embargo se enfrenta a desafíos como la corrupción, el desarrollo económico y la criminalidad para lograrlo, así lo expuso la senadora Laura Rojas Hernández, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores-Organismos Internacionales del Senado de la República en el marco de la la conferencia magistral “El papel de los legisladores en la agenda urbana del hábitat», dictada por Joan Clos, director ejecutivo de ONU-Hábitat.
«Frente a estos retos, nuestras facultades constitucionales nos abren un campo de actuación muy importante en esta materia, por ejemplo, la modificación de determinadas leyes puede atraer o frenar la inversión en la ciudad; una adecuada fiscalización puede combatir la corrupción que detona la criminalidad y la representación popular puede generar una espiral virtuosa de participación cívica», resaltó la legisladora.
De acuerdo con cifras de la Comisión de Relaciones Exteriores- Organismos Internacionales, alrededor del 50 por ciento de la población mundial ya viven en áreas urbanas, mientras en México casi el 80 por ciento vive en las urbes.
Durante el foro, la senadora Ana Lilia Herrera Anzaldo, vicepresidenta de la Mesa Directiva del Senado, afirmó que para dar solución a los problemas del desarrollo urbano se requiere una reforma urbana que impida que las ciudades sigan creciendo a costa de las zonas rurales.
«En este proceso transformador que vive México hace falta una reforma urbana, a fin de establecer una coordinación efectiva entre los diferentes órdenes de gobierno e indicadores para construir un hábitat que permita mejorar la calidad de vida», resaltó la legisladora priísta.
Al respecto, Joan Clos, urbanista de la ONU, explicó que la legislación metropolitana debe establecer definiciones de protección del espacio público, controlar la cantidad de metros edificables, la parcelación o lotización, así como precisar normas para la edificación, a fin de consolidar una ‘buena ciudad’.