
Desperdiciados, 67 de cada 100 litros de agua de presa en Sinaloa
MORELIA, Mich., 22 de diciembre de 2014.- La administración de Enrique Peña Nieto enfrenta una “tormenta política perfecta” en la que el caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala parece constituir la gota que ha derramado la paciencia de una sociedad hoy en día más informada y con más herramientas para manifestar su descontento, es el diagnóstico del Centro de Estudios Estratégicos e Institucionales (CSIS), con sede en Washington, destaca el diario español del diario El País, coorganizador del encuentro.
Periodistas, analistas políticos y expertos debatieron el martes pasado la situación que enfrenta el gobierno de Enrique Peña Nieto sometieron a análisis las crisis políticas —de Iguala a escándalos de corrupción— del gobierno mexicano, así como la «incertidumbre» que ensombrece el futuro de México en el que tampoco los partidos de la oposición parecen haber sido capaces de reaccionar ni capitalizar el profundo descontento social.
En el debate participaron Jan Martínez Ahrens, corresponsal jefe de EL PAÍS en México; el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco; José Díaz Briseño, corresponsal en Washington de MundoFox; Carl Meacham, director del programa americano del CSIS, y Muni Jensen, analista política del Club de Prensa, cuyo director, Juan Carlos Iragorri, moderó la charla.
El diagnóstico fue unánime: México está en pleno “cambio de ciclo” de consecuencias aún imprevisibles, con una “tormenta política perfecta” que ha opacado los esfuerzos reformistas del Gobierno y que está provocando una “crisis de confianza” en los políticos de la que no se libra ningún partido, resumió Martínez Ahrens.
La gran pregunta es si tanto el gobierno como la oposición serán capaces de responder a un problema “estructural” que el país arrastra desde mandatos anteriores.
Y todo ello de una manera capaz de convencer a una sociedad que se siente “muy pesimista” y que ha demostrado su hartazgo con una problemática que viene de lejos, con protestas cuya principal característica —y fuerza— es su transversalidad, subrayaron los contertulios.
“Lo que la sociedad mexicana quiere ver es algún tipo de rendición de cuentas efectivo”, indicó el periodista Briseño.
Vivanco, cuya organización ha sido muy dura con lo que considera una respuesta tardía del equipo de Peña Nieto a masacres como la de Iguala o la de Tlatlaya, señaló al respecto como uno de los problemas clave la falta de condenas por las desapariciones forzadas, una lacra que sufre el país desde 2006.
La impunidad es la regla, los poderosos no pagan, no rinden cuentas en materia de derechos humanos, de corrupción”, lamentó, a la par que exigió cambios reales, “no una solución de parche”.
(Más en http://internacional.elpais.com/internacional/2014/12/16/actualidad/1418766070_430235.html.)