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MÉXICO, DF, 20 de julio de 2014.- Once cadáveres de migrantes hondureños que fueron localizados en una fosa clandestina de San Fernando, Tamaulipas, desde hace tres años, fueron entregados a autoridades consulares del país centroamericano, luego que permanecieran sin identificar en el Instituto de Ciencias Forenses (Incifo) del DF.
El Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), al que pertenece el Incifo, señaló que en un principio no contaron con elementos que permitieran identificarlos, por lo que solicitaron el apoyo de un equipo de antropólogos forenses argentinos.
«En el marco de diversas acciones de colaboración celebradas por el TSJDF, a través del Incifo, con la Procuraduría General de la República, se llevó a cabo el resguardo de cadáveres exhumados de la fosa común por la autoridad federal.
«En su carácter de coadyuvante en el resguardo de los cadáveres y la utilización de sus instalaciones para la práctica de los estudios correspondientes, permitió que funcionarios de ambas instituciones entregaran los cadáveres a representantes diplomáticos de Honduras, con plena certeza de su identidad», informó el TSJDF en un comunicado.
Los migrantes, junto con otros de nacionalidad brasileña, colombiana, peruana, entre otras, viajaban a la frontera de Estados Unidos en un trailer pero fueron secuestrados por Los Zetas, que asesinaron a 196, entre ellos dos mujeres embarazadas.