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MÉXICO, DF, 27 de agosto de 2014.-“El Estado se convierte en el principal proxeneta del siglo 19 y en algunos casos hasta la época actual”, concluyó la historiadora Fabiola Bailón, luego de hacer una revisión histórica del tema de la prostitución en México, investigación que forma parte del libro Diagnóstico del ciclo vital de las mujeres en situación de prostitución y su relación con el proxenetismo, presentado esta mañana en el Museo de la Mujer.
La especialista advirtió que en los últimos dos siglos el fenómeno “ha avanzado mucho más rápido que cualquier reforma política, reglamento o ley. El Estado no se ha enfocado en garantizar la vida y la seguridad de las mujeres y las niñas, por el contrario, ha respondido a sus propios intereses y ahora a los intereses múltiples que ya hay en el negocio de la prostitución, más allá de que históricamente se ha tendido a inhibir la responsabilidad de los varones y minimizar u ocultar el papel de la demanda”.
Explicó que el Estado fue un actor fundamental sin el cual no se puede explicar la dimensión que alcanza el fenómeno en México. “El Estado se convierte en guardián del sistema patriarcal para proteger a los hombres, para sostener la institución de la prostitución y, en esa medida, la legitima y la normaliza”, argumentó.
Añadió que se observa que a lo largo de dos siglos aparecen cada vez más actores en el fenómeno de la prostitución y que ya desde el siglo 19 éste sobrepasaba la relación entre la mujer prostituida, el explotador y el prostituyente, para involucrar a dueños de hoteles, bares, cabarets, meseros, encargados de cantinas y al propio gobierno.
“Al hacer una historia general de las políticas públicas desarrolladas a lo largo del tiempo para enfrentar el problema, vemos cómo el Estado se convierte en el principal proxeneta del siglo 19 y en algunos casos hasta la época actual”, sostuvo.
La especialista del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM consideró que la erradicación del fenómeno “no se va a lograr si no se atiende las causas estructurales de la prostitución y no se realiza un análisis profundo y de historias de vida de las mujeres porque el fenómeno no nació ayer”.
Si seguimos implementando medidas coyunturales, advirtió, los resultados seguirán siendo coyunturales.
“Me parece perversa la tendencia actual de desvincular trata de prostitución porque lo único que hace es dividir y ocultar. La prostitución no es un hecho natural, no es la profesión más antigua del mundo, no es una necesidad o trabajo como cualquier otra, la prostitución tiene que ver con la desigualdad de género”, apuntó.
El libro fue publicado por la OAK Foundation y el Centro de Estudios sociales y Culturales Antonio de Montesinos, instituciones que apoyaron la investigación –cuya duración fue de un año-, la cual incluyó grupos focales con mujeres que ejercen la prostitución en cinco estados de la República, así como entrevistas a profundidad y una revisión documental.
Verónica Caporal, coautora del libro junto con Fabiola Bailón, relató brevemente las historias de algunas de las mujeres protagonistas del libro, quienes compartieron sus experiencias con la antropóloga y dieron cuenta de su realidad como mujeres explotadas en loncherías y marisquerías del Estado de México, o en bares y cabarets del Distrito Federal.
Aunque en escenarios diferentes, todas coinciden al señalar que “cuando estás en la calle, sientes que te roban el alma, que te aplastan el pecho, que te jalan”, apuntó la especialista, quien ha realizado peritajes para el gobierno federal en materia de trata de personas.
Señaló que la mayoría de las veces las mujeres son enganchadas a partir de la esperanza de una vida mejor en compañía de un hombre (el explotador), que se vale de la vulnerabilidad emocional de ellas y la ausencia de una red de apoyo familiar y comunal, lo que las lleva a ejercer la prostitución.
Al término de la presentación, las autoras anunciaron la creación de un centro de documentación e investigación sobre mujeres en contexto de prostitución, el cual llevará el nombre de la feminista inglesa Josephine Butler, quien a mediados del siglo 19 en Inglaterra fue una férrea defensora de las mujeres dedicadas al trabajo sexual.