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Muestra IPN su oferta académica superior en Expo Profesiográfica 2025
MÉXICO, DF, 4 de marzo de 2015.- El Premio Nobel de Química 1995, Mario Molina afirmó que el cambio climático es una realidad y no un mito, y advirtió de que en caso de no detenerlo la temperatura del planeta subirá, lo que equivaldría a jugar a la ruleta rusa con el planeta.
“Lo preocupante no es cuál es la temperatura más probable a la que llegaría el planeta, sino el hecho de que hay más de una probabilidad en cinco que suba la temperatura más de un grado. Es el mensaje que doy, es altamente preocupante, es como si fuera una ruleta rusa, estamos jugando ruleta con el único planeta que tenemos”, dijo durante la Primera cátedra extraordinaria Mario Molina que ofreció en la Facultad de Química de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su Alma Máter.
“Si la temperatura aumenta más de cinco o seis grados, eso no ha pasado en millones de años, tendría consecuencias catastróficas, no desaparecería la humanidad pero la civilización y sociedad como la conocemos sí y aparte ya no podríamos salir al aire libre porque a más de 50 grados ya no podríamos sobrevivir”, expresó.
Sobre si México es vulnerable a los efectos del cambio climático, dijo que sí por la cantidad de costas que hay en México. Ejemplificó con el huracán Odile, que en septiembre de 2015 inundó localidades y devastó las costas de Baja California.
“México es vulnerable, tiene muchas costas, nos conviene que se resuelva [el cambio climático]”.
El laureado científico fue cuestionado sobre la Reforma Energética. Consideró que no enfrenta el cambio climático a corto plazo, pero sí contempla que para entre los años 2030 a 2050 la energía renovable alcance el 35 por ciento del total empleada en el país.
Pero acotó que es una meta aspiracional y calculó que sólo llegará a 30 por ciento. Lamentó que Alemania use más energía solar que México.
También dio su punto de vista sobre la técnica de extracción de hidrocarburos llamada fracking. Aseguró que desde el Centro Mario Molina que él preside se han hecho estudios con empresas que se han autoimpuesto medidas.
“Existe tecnología que a precio moderados, de 10 ó 20 por ciento del precio del gas se puede hacer limpia, sin fugas de metano, sin contaminar el agua, lo que pasa es que en Estados Unidos hay muchos ejemplos, sobre todo de empresas chiquitas, por esto está muy mal visto”, expresó.
“El resultado para México es que se puede hacer bien, pero desde el principio lo podemos planear pero que haya normas”, aclaró.
Dos décadas del Nobel
Mario Molina cautivó a los estudiantes que asistieron a la Facultad de Química a escucharlo. El asesor en materia ambiental del presidente de Estados Unidos, Barack Obama recordó los inicios de la investigación que junto con los científicos Sherwood Rowland y Paul J. Crutzen les llevó a ganar el Premio Nobel de Química en 1995, por comprobar que los llamados gases freones, empleados en refrigeradores, dañaban la capa de ozono.
Pero también mostró que el peligro que implicaban los freones puso de acuerdo a la comunidad internacional en 1987 para prohibir su producción, un acuerdo en el que él mismo y sus colegas participaron, mencionó.
“Es un acuerdo internacional que nos demuestra que el planeta sí se puede poner de acuerdo, que sí se pueden resolver los problemas globales, la única preocupación es que es el único ejemplo que tenemos”, señaló.
Aseguró que la capa de ozono ya no está en riesgo, pero el cambio climático, causado por gases de efecto invernadero (GEI) que aumentan la temperatura del planeta, es la nueva amenaza para la Tierra, y lamentó que en ese tema aún haya países que se niegan a reducir sus emisiones de GEI.
“El problema es que no se ha podido llegar a un acuerdo internacional en buena parte porque se ha polarizado políticamente y porque ha habido campañas muy bien financiadas, sobre todo en Estados Unidos y algunas en Europa para desacreditar la ciencia del cambio climático y ha tenido mucho éxito. Resulta que muchos de los que llevan a cabo estas campañas son los mismos que hicieron campañas con el tabaquismo y pudieron retrasar una década que la sociedad se comenzara a preocupar por el tabaco”.
Gracias a dichas campañas hay personas y grupos económicamente poderosos que dicen que el cambio climático es un mito, pero no lo es y hay datos científicos que lo prueban, explicó.
Dijo que el primer mito es que los expertos no están de acuerdo sobre el cambio climático, pero los científicos sí están de acuerdo en que ocurre y se debe a la actividad humana. El segundo mito es que no se ha podido comprobar, pero estadísticamente hay datos que muestra que los extremos climáticos de los últimos años se relacionan con el aumento de emisiones de GEI.
“El tercer mito es que los combustibles fósiles son tan importantes para el progreso de la sociedad que no podemos dejar de usarlos repentinamente, es un mito. No es dejarlos de usar repentinamente, pero se pueden sustituir por otro tipo de energías, renovables, la eólica, la solar, le cuesta menos a la sociedad, mucho menos si no se toman medidas”, concluyó.