Lilia E. Cárdenas Treviño, líder social y promotora cultural
MÉXICO, DF, 9 de noviembre de 2014.- El momento histórico actual del país es complicado. Estamos sumergidos en la crisis del modelo de desarrollo, que exhibe pocos logros (el crecimiento de la exportación de productos industriales, por ejemplo), pero tiene fracasos evidentes en renglones fundamentales y ha llevado al 60 por ciento de los mexicanos a la informalidad y el empobrecimiento creciente, planteó Enrique Semo Calev, de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM, distinguido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes 2014, en la categoría Historia, Ciencias Sociales y Filosofía.
En circunstancias críticas también surgen oportunidades para el futuro. En esta coyuntura se abren posibilidades de renovación. El pueblo tiene grandes reservas de energía, dignidad y talento, aseveró el autor de Historia mexicana. Economía y lucha de clases e historia del capitalismo en México. Los orígenes 1521/1763, obra traducida al inglés y al japonés, informó la UNAM a través de un comunicado.
A mitad del siglo XIX, después del desastre de la guerra con Estados Unidos, en un escenario de corrupción, ausencia de legalidad y descomposición social, surgió una generación de hombres honestos con visión de estadistas. Emprendieron la revolución de Reforma, que configuró un Estado independiente, laico, con apoyo popular y prestigio internacional, rememoró.
En cuanto al Premio Nacional de Ciencias y Artes 2014, éste reconoce su trayectoria de más de cinco décadas con obras, labor docente, formación de investigadores y fundación de instituciones para consolidar la historia económica como una disciplina académica que forma parte de planes de estudio de facultades del país y tema de numerosas tesis y libros.
“La academia brinda la satisfacción de aportar a la generación de conocimiento, pero exige modestia y pasión por la misión que uno se ha fijado (sin esta última no hay éxito posible). Creo que la tuve desde el momento en que mis objetivos científicos se definieron. Quizás el reconocimiento es un premio a esa actitud”, refirió.
Emilio Salgari y Julio Verne, su inspiración
Semo Calev compartió que, desde niño, la historia despertó su interés a partir de la lectura de obras de autores como Emilio Salgari y, más tarde, Julio Verne.
“Antes de saber leer, mi madre me contó, de memoria, capítulos enteros de Los miserables, de Victor Hugo, e historias de Panait Istrati sobre campesinos y bandidos en los Balcanes. En Marsella, Francia, una maestra de primaria me enseñó a amar a Marcel Pagnol y después llegué a Romain Rolland, con relatos sobre pueblos y circunstancias diferentes, que desde entonces llamaron mi atención”.
En sus trabajos aborda el estudio de la sociedad como un todo indivisible, observada desde cómo las personas se organizan para producir, distribuir y consumir los productos de su trabajo, pero el objetivo es explicar la historia total de una época, un país o una coyuntura.
“Existen, como dijo Braudel, tres tiempos: de larga y mediana duración y una tercera, de la coyuntura, del espacio de hombres y mujeres, actores en sucesos entrelazados y que persiguen fines contradictorios”.
Mi interés está centrado en el gran aliento. Mi enfoque es explicativo para responder a preguntas nodales, a veces al viajar por tiempos diferentes, expuso.
“Me gustan las obras Transición del feudalismo al capitalismo, de Rodney Hilton; Bandidos sociales, de Eric Hobsbawm; Los grandes problemas nacionales, de Andrés Molina Enríquez; La guerra secreta en México, de Friedrich Katz; Las rebeliones campesinas en México, de Leticia Reyna, y La Revolución Mexicana, de Alan Knight”, dijo.
No concibo estudiar historia como una disciplina en la cual se separa lo económico de lo social, cultural o lo político, expresó el académico con estudios en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM, en la cual se recibió con mención honorífica, y en la Universidad Humboldt de Berlín, Alemania, con el reconocimiento magna cum laude.
Está por concluir el libro La conquista sin fin, que abordará este episodio histórico con una visión global de los sucesos ocurridos en lo que es ahora territorio nacional en los siglos XVI y XVII.