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QUERÉTARO, Qro., 27 de noviembre de 2014.- En México, más de 63 millones de personas viven en metrópolis donde están expuestas a altos niveles de contaminación sonora que ponen en riesgo su salud, indicó la doctora Jimena de Gortari, investigadora del Departamento de Arquitectura de la Universidad Iberoamericana (UIA), informó un comunicado.
Durante su participación en el seminario ‘Las Metrópolis en México: Presente y Futuro’, celebrado en Querétaro, la especialista en temas urbanos afirmó que además de enfermedades auditivas, «la exposición permanente a altos sonidos también genera problemas psicológicos, padecimientos cardiacos y de estrés, entre otros».
Por ejemplo, citó la investigadora, una persona expuesta a ruido excesivo –igual o superior a 70 decibeles (dB)– puede experimentar enojo, ira, altos niveles de glucosa en la sangre, incremento de la presión sanguínea, sudoración excesiva, secreción de adrenalina y tensión muscular.
Asimismo, la contaminación sonora puede alterar el sueño y en consecuencia disminuir la productividad de las personas, manifestó la doctora en el Centro de Congresos de Querétaro, en donde se realizó dicho evento organizado por el Centro Interdisciplinario de Estudios Metropolitanos (Centromet), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Ambientes libres de ruido
De Gortari recordó que en 2012, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) reformó la Ley de Cultura Cívica para contribuir a generar un ambiente libre de contaminación auditiva en la capital mexicana. En la legislación local se estableció que el máximo nivel de ruido sería de 50 dB en zonas habitacionales. Sin embargo, la especialista acusó que en las zonas densamente pobladas aledañas al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se registran sonidos que alcanzan hasta los 140 dB.
«Las normas existen, sin embargo, no se pueden instrumentar porque no existe un conocimiento social de éstas. El problema de la contaminación sonora aún no es un tema muy estudiado y difundido entre la sociedad mexicana», manifestó.
De Gortari, quien actualmente es candidata a ingresar al Sistema Nacional de Investigadores (SNI), señaló que una de las tareas de la academia es informar a la sociedad de las enfermedades que genera el ruido, para que las personas se apropien del tema.
«Ya que la gente conozca más de la problemática sonora empezarán a exigir más que se atienda este asunto. La labor de los especialistas es estudiar y divulgar, pero es labor de la sociedad elegir cómo y cuáles son los sonidos de su entorno urbano», expresó.
Añadió que actualmente trabaja en dos estudios de acústica urbana, uno es sobre la identidad sonora de la Ciudad de México y el otro es sobre el costo económico que tendrá que absorber en la próxima década el estado mexicano, si no se atiende este problema de salud pública.