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MÉXICO, DF., 3 de julio de 2014.- La familia de Akin –quien hoy tiene ocho años de edad y fue víctima en 2007 de negligencia médica en San Luis Potosí– y la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) exigieron que la Procuraduría General de la República (PGR) atraiga el caso luego de la omisión mostrada por las autoridades estatales.
El 26 de julio de 2007 Akin fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital Central Dr. Ignacio Morones Prieto en San Luis Potosí para atender una hidrocefalia, la cual fue resuelta de manera transitoria provocando múltiples daños colaterales.
Tres meses después de esa intervención y luego de una serie de ingresos al quirófano, sus padres fueron informados de que se encontraron restos de gasas alojados en el cerebro del niño, a quien se le extrajo el cerebelo.
Derivado de ello, el niño padece discapacidad múltiple y es totalmente dependiente de sus padres, sin que a la fecha las autoridades sanitarias del estado hayan asumido su responsabilidad, y mucho menos haya habido una reparación del daño.
Actualmente Akin es atendido en cuatro hospitales públicos de la ciudad de México, a pesar de tener su residencia en San Luis Potosí, lo que representa una serie de gastos económicos considerables para su familia.
En conferencia de prensa, el padre del niño, Jorge Rodríguez Herrera, su abogado, Rafael Palacios, y el director ejecutivo de la Redim, Juan Martín Pérez, demandaron justicia y la reparación del daño, así como garantías de no repetición de los hechos.
El abogado señaló que el pasado 23 de junio solicitó de manera formal que la PGR atraiga el caso, pues se cumplen los requisitos para que la dependencia intervenga.
En caso contrario, recurrirán a todas las instancias necesarias, como la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).