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MÉXICO, DF., 21 de agosto de 2015.- El jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Miguel Ángel Mancera, compartió el pan y la sal con los bomberos, o específicamente los tacos de barbacoa, este viernes.
El mandatario capitalino les celebró su aniversario con un día de anticipación. Recorrió las instalaciones de la Central de Bomberos, en Fray Servando, en la colonia Merced Balbuena, se subió a un camión, escuchó al mariachi de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del DF que entonó las mañanitas por el 128 aniversario del Heroico Cuerpo de Bomberos.
Escuchó al secretario del Sindicato de Bomberos, Ismael Figueroa, quien dijo que el Cuerpo es a sus 128 años, más viejo que el Ejército y la Fuerza Aérea.
Figueroa afirmó que los bomberos al año cubren 69 mil servicios en la capital y aunque lo hacen conjuntamente con la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil, y remarcó: “los incendios dependen de ustedes, compañeros”.
Y se soltó en agradecimientos para Mancera. Dijo que con él ahora tienen vehículos de alta tecnología, que en julio revisaron el contrato colectivo de trabajo y les consiguió 900 pesos mensuales libres de impuestos, además del sueldo y tener una ley propia, algo que sólo el DF y otra entidad pueden presumir.
Dijo que tendrán la escala más alta de Latinoamérica, que superará incluso la de los estadounidenses y los brasileños.
“Estamos contentos con esta administración, tenemos salario digno”, expresó.
En su turno Mancera reconoció el valor de los hombres que arriesgan su vida en los incendios que combaten y reconoció a algunos de ellos con más de 30 años de servicio. Después, apuró el mensaje.
“Así es que los queremos mucho de verdad al cuerpo de Bomberos, esta ciudad los quiere, esta capital, esta capital social, los quiere, los reconoce. Que pasen un feliz día, no los quiero entretener ya, porque la barbacoa está haciéndonos ya señas, el borrego está nervioso. Así que vamos a proceder a seguir festejándolos”.
Fue entonces que se acercó a las mesas para probar un taco de barbacoa. Apenas le dio la primera mordida, el jefe de gobierno parecía necesitar un bombero que le apagara el fuego causado por la picante salsa roja, le ofrecieron agua y se alivió.
Después algunos le pidieron la selfie y él aceptó gustoso.
Al concluir el evento y cuando ya se iba Mancera, los bomberos se acercaron para gritarle “se ve, se siente, Mancera presidente”.
No todo fue fiesta. Al filo del mediodía un grupo de 20 bomberos, instalados en la plancha del Zócalo, protestaban contra el mandatario capitalino a quien acusaron de incumplir sus promesas y decían que el sindicato era “blanco”.