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MÉXICO, DF, 15 de septiembre de 2014.- A la fecha se han contabilizado en toda la República Mexicana 504 especies de insectos comestibles, “lista tan grande como el número de personas que los rechazan para comerlos sin haberlos probado”, señaló el chef Héctor Pérez Figueroa durante su participación en el tercer festival ¡Viva México en Xochimilco!
En compañía de la chef Sofía Jiménez, con quien comparte un restaurante de cocina tradicional mexicana donde ofrecen platillos a base de insectos, refirió que en tiempos prehispánicos era común comer estos animales, cuyo valor nutricional es alto.
Los chapulines, por ejemplo, aportan cantidades significativas de vitaminas, pues incluso algunas especies contienen más vitamina A que el hígado y la leche, además de ser fuente de magnesio, zinc y calcio.
“Los insectos aportan proteínas, por lo que son saludables, y permiten que las calorías consumidas se liberen más rápido”, explicó Jiménez en el Centro Cultural Jardín Hacienda Los Ángeles, sede del encuentro gastronómico y cultural que inició el pasado 12 de septiembre y que concluye esta noche con una fiesta mexicana.
Los expertos en gastronomía tradicional mexicana señalaron que entre las especies más utilizadas para los platillos típicos se encuentran, además de los chapulines, los acociles, los jumiles, los escamoles, los xahues, las hormigas chicatana y los chinicuiles.
Resaltaron la importancia de un consumo responsable, lo que implica procurar que durante la recolección no se escoja a los insectos más jóvenes, de tal manera que su reproducción no se vea amenazada.
También se pronunciaron por pagar un precio justo a los vendedores, pues algunos de los animalitos son de difícil recolección o ésta implica riesgos, como en el caso de las hormigas, que muerden a sus captores.
Advirtieron sobre el riesgo de que esta tradición culinaria desaparezca pues ante el desconocimiento de la gente ya casi nadie compra insectos y por lo mismo las nuevas generaciones no lo ven como una forma de subsistencia.
“Se trata de valorar el trabajo de quienes recolectan los insectos, así como a éstos mismos como ingredientes de una cocina tradicional”, subrayaron.