Implica reforma judicial reflexión de Derecho y estudio: TEPJF
OAXACA, Oax., 27 de junio de 2014.- El Gobierno de Oaxaca puso en riesgo la integridad física y la labor periodística de dos representantes de Quadratín, Agencia Mexicana de Información y Análisis.
Sucedió el miércoles 25 de junio, cuando los reporteros Luis Jerónimo —quien esto escribe— y Guadalupe Thomas, quien dirige Quadratín en Oaxaca, acudieron a San Juan Cotzocón para escuchar la versión de los habitantes de ese municipio, ubicado en la región Mixe de Oaxaca, donde el pasado 11 de junio de suscitó un enfrentamiento dejando como saldo nueve muertos.
Cuando llegamos a la comunidad, informamos a los topiles –policías comunitarios– de nuestra presencia y pedimos dialogar con la Comisión para solicitar el permiso correspondiente para recorrer la comunidad, tomando en cuenta que se rigen por usos y costumbres.
Sin embargo, cuando el director regional de coordinación Zona Norte de la Secretaría General de Gobierno, Alberto Martínez Rizo llegó a la población, escoltado por dos patrullas y con tres reporteros de un medio de comunicación nacional, se molestó por la presencia de los representantes de la Agencia Quadratín.
“Son ellos los que han escrito todas esas cosas de ustedes”, les dijo a un grupo de pobladores que estaban en el pasillo del palacio municipal.
—Quadratín ha sido un medio nada conciliador en este asunto— reclamó Rizo.
Se le respondió que la conciliación es un asunto del Gobierno de Oaxaca y la información, de los medios de comunicación.
—También es nuestro asunto la información, ustedes han manejado versiones que no ayudan, para nada—, insistió el funcionario.
Y volvió a azuzar a los pobladores, señalándonos: “Han escrito la versión de Juan Eliel, solo la de los que están allá”.
Molestos, provocados por las palabras del funcionario, los pobladores respondieron enojados: “Los medios han dicho mentiras. Para qué vienen, si no van a decir lo que nosotros les decimos”.
—Ellos, son ellos, aquí traigo todos los recortes (sic) de lo que ha publicado Quadratín, que lo sepan ellos, ¿quieren que se los muestre?—, replicaba en tono déspota.
Se le explicó al funcionario que se han manejado las versiones que se tienen al alcance y pedido información oficial, la misma que se da a cuentagotas.
—Ese no es mi problema, si ustedes no leen los boletines, no es mi problema, porque se ha informado. Mi nombre aparece en todos los boletines. ¿No? Además yo no sabía qué ustedes venían, ustedes debieron informarme que venían y pedirme autorización.
El señor Jorge Alberto Martínez Rizo ingresó a la oficina donde atienden los pobladores. Después salió y pese a su actitud provocadora, se le pidió una entrevista. “Ahorita, yo todavía estaré aquí”, respondió. Se fue por los tres reporteros del medio nacional —una reportera, un fotógrafo y un camarógrafo—.
Cuando ingresaron, entramos con el grupo. —Pide que la entrevista sea solo para ustedes—, sugirió a la reportera, quien hizo lo indicado. Se dio una confusión, hablaban en mixe, su lengua madre y en español. Enojados, porque nosotros no teníamos autorización de estar ahí.
Se cuestionó al funcionario porqué obstruía la entrevista. Se le explicó que sería independiente de los reporteros que llevaba y que no tenía porqué provocar el enojo de los pobladores en contra nuestra, tan solo por no haberle solicitado autorización.
“Yo no los traigo”, mintió. Y nos sacaron, por petición de la reportera.
Se les explicó, nuevamente, a los integrantes del Consejo que la pretensión era únicamente escuchar su versión y se acordó que al término de esa entrevista, hablaríamos.
Pero el funcionario ya había urdido otra insidia: “Vienen por parte de Jesús Madrid, los mandó Jesús Madrid”, afirmó, refiriéndose a otro implicado en este conflicto, versión que replicaron los pobladores, en una posición de mayor enojo.
Se aclaró que los representantes de Quadratín iban por sus propios medios. Que se buscó a un guía de la región que hablara la lengua mixe y que si no querían hablar, nos retiraríamos sin problema.
Se logró la entrevista. La misma fue interrumpida por el funcionario, para agradecer a la Comisión las facilidades otorgadas a “la buena prensa”.
—Perdón la intromisión, procedo a retirarme. No sé qué día podamos sentarnos, para que vayamos sentando al otro grupo. Es necesario negociar, hacer acuerdos, estamos en esto, ¿qué día podemos vernos en Oaxaca? Lunes podría ser la primera mesa de trabajo.
—Lo vamos a analizar–, respondieron los integrantes de la Comisión.
El funcionario insistió: –Urge, esto urge, ya no podemos esperar, entre más tiempo pase, los de allá van a seguir hablando, diciendo todo eso, bueno, urge que nos sentemos
—Le avisaremos lo más pronto posible, respondieron
Después del apretón de manos con la Comisión, salió. Se fue junto con los tres reporteros que llevó a la comunidad. “Su error fue haber entrado, no tenían autorización, ustedes no tenían autorización”, reiteró el funcionario, quien ofreció “una disculpa” por sus comentarios.