Constancia de mayoría representa lucha de generaciones enteras: Brugada
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de febrero de 2016.- A poco más de una hora que el Papa Francisco aborde el helicóptero que lo traerá de Ecatepec a la Ciudad de México a la última reunión que tendrá en la capital en el Hospital Infantil «Federico Gómez», los fieles ya se preparan para verlo pasar, mientras corean «gracias Pancho, por venir a nuestro rancho».
En las primeras filas de la valla casi a las puertas del nosocomio se encuentran un gran número de jóvenes voluntarios, enfundados en camisetas naranjas provenientes de la Universidad Anáhuac Norte, el objetivo, acompañar al Sumo Pontífice en su paso por las calles de la Ciudad y garantizar que los niños enfermos se ubiquen hasta adelante y puedan ser vistos por el Papa Francisco.
«Venimos de voluntarios de la Anáhuac y venimos a ayudar a la organización y apoyar para que los espacios de hasta enfrente sean para los niños enfermos y somos valla garantizar que no los vayan a lastimar cuando pase el Papa, porque el objetivo es que los vea a ellos», explicó Sofi a Quadratín México.
Justo en la esquina de Avenida Cuauhtémoc y Doctor Márquez está instalada una estudiantina que al ritmo de guitarra y pandero entonan cánticos y alabanzas que las personas corean y aplauden haciendo más ameno el paso del tiempo.
Aunque el sol mantiene los 23 grados centígrados, el ánimo y los aplausos no cesan, se comparten el lunch y algunas botellas de agua y los más jóvenes buscan los mejores ángulos para una selfie.