Denuncia oposición que Morena legisla por medio de fe de erratas
MÉXICO, DF, 10 de noviembre de 2014.- La Conferencia del Episcopado Mexicano exhortó a los partidos políticos a no lucrar con las desgracias que ocurren en el país, como es el caso de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala, Guerrero.
“La situación que vive el país y el drama que están viviendo los padres, familiares y compañeros de los jóvenes desaparecidos y las circunstancias que se están suscitando no deben ser utilizadas como una forma de estrategia electoral pensando en 2015”, aseveró en entrevista con Quadratín México, Eugenio Lira, Obispo Auxiliar de Puebla.
En la rueda de prensa por el inicio de la XCVIII Asamblea Plenaria de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los representantes del clero católico demandaron a las fuerzas políticas a contribuir con responsabilidad a la creación de un México en el que la vida, dignidad y derechos de todas las personas sean plenamente reconocidos y respetados.
Los obispos señalaron que llegan a su Asamblea con una gran preocupación por la difícil situación que atraviesa el país a causa de diversas formas de injusticia, inequidad, indiferencia, inseguridad, corrupción, impunidad, violencia y muerte, evidenciados en el caso Ayotzinapa, crisis de la que reconocieron ser también responsables.
“A nosotros nos ha cuestionado mucho esta situación, como Iglesia nos preguntamos dónde estamos, qué hemos hecho mal, qué hemos hecho insuficientemente y qué hemos dejado de hacer, porque la mayor parte de las personas involucradas (víctimas y victimarios), están bautizadas”, subrayó Monseñor Sisisfredo Noriega Barceló, Obispo de Zacatecas.
La 98 Asamblea Plenaria se llevará a cabo del 10 al 14 de noviembre en Casa Lago en Cuautitlán Izcalli, donde el próximo miércoles se reunirá con ellos el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, con quien intercambiaran puntos de vista de las problemáticas que atraviesa el país.
Finalmente, rechazaron los sucesos violentos, que lejos de acercar el momento en que haya justicia para todos, provoca más violencia e injusticia, dañando la convivencia pacífica y retrasando el progreso.