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CIUDAD DE MÉXICO, 21 de mayo de 2016.- Miles de capitalinos acudieron a la Feria de las Culturas Amigas a dejarse tatuar su nombre en árabe, a probar Choripan argentino, ver a representantes de Tanzania vestidos tradicionalmente como en su país, y deslumbrarse por las mujeres rubias de Lituania.
En su primer día de la octava edición de la Feria de las Culturas Amigas, familias, parejas, personas sin compañía llenaron el enorme pasillo circular de la feria, y desde las 10 horas ya había gente formada, pese a que abrían a las 11.
Con stands de 94 países destacaba el de Francia, país invitados, con dos locales, y donde jóvenes con boinas bleu ofrecían bocadillitos y botellitas de vino colocadas en canastas.
Pero la atención era para todos: Costa de Marfil mostraba bellas mascaras o elefantes de madera, de 2 mil 500 a 9 mil 500 pesos.
Túnez, que por primera vez acude a la Feria mostraba distintos artículos, pero destacaba uno que no se vendía y solo mostraba orgullo: una bandera que decía «aquí empezó la primavera árabe”.
El stand de China también lucia abarrotado con sus enormes y coloridos abanicos y hasta matriuskas tipo ruso.
Por su parte el stand de Estados Unidos no lucía artesanías pero regalaba plumas y banderitas a cambio de responder la pregunta de quien fue su primer presidente.
Con 94 países representados, Francia como invitado, con una estructura circular en el zócalo y cuatro sedes alternas y 200 actividades alternas, la feria -que permanecerá hasta el 5 de junio- podría romper su propio récord de 3 millones de visitantes.