Visión Financiera
Los ‘cerdos’ de Veracruz
Son dos chicas estudiantes a las que habitualmente les gustaba divertirse, como haría cualquier muchacha universitaria de esa edad. Asistir a fiestas o a un bar con amigos. Sin embargo, su vida cambió radicalmente: fueron violadas precisamente por quienes dijeron ser sus amigos y expuestas al escarnio social.
Estas dos hijas de familia constatan en carne propia que en el estado de Veracruz es más importante preservar la integridad de presuntos violadores que hacer cumplir la ley y proteger a las víctimas de estos delitos. La complicidad de delincuentes y autoridades va de la mano. Son uno solo.
En enero de 2015, Daphne Fernández, de 17 años de edad, había asistido a un antro de la zona de Boca del Río. Al salir del lugar fue subida a un auto en contra de su voluntad, incomunicada, sometida y, finalmente… violada.
En este aberrante suceso están involucrados cuatro hombres mayores de edad: Enrique Capitaine Marín, Jorge Cotaita Cabrales, Diego Cruz Alonso y Gerardo Rodríguez Acosta, presumiblemente alcoholizados y drogados. Enrique Capitaine es hijo del exalcalde de Nautla, Felipe Capitaine, mientras que los demás son vástagos de empresarios veracruzanos.
Los involucrados son miembros de familias acaudaladas de Veracruz, cercanas al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y en especial al ex gobernador Fidel Herrera y al actual mandatario Javier Duarte de Ochoa.
La chica no quiso que públicamente se supiera el abuso en contra de ella. ¿Qué mujer quiere ser objeto de escarnio social en un país de misoginia como México? y acordó con su papá, Javier Fernández, reunirse con sus verdugos y sus familias para acordar tres cosas: no acercarse a ella, la grabación de una disculpa y someterse a ayuda psicológica.
El padre de Daphne grabó la ‘disculpa’, en donde se aprecia a los individuos aceptar que actuaron en contra de la chica. Sin embargo, ninguna de las otras dos condiciones fue aceptada, por lo cual la joven presentó una denuncia en mayo del año pasado.
En el video se escucha a los jóvenes afirmar con voz entrecortada: “Daphne, desde el más fondo de mi corazón te pedimos una disculpa. Sé que no lo podemos cubrir, pero estamos muy arrepentidos (…) Estábamos muy mal y fue un error”.
Daphne fue sometida a pruebas periciales que comprobaron la agresión. Sin embargo, la denuncia no procedió. En noviembre de 2015, la investigación se detuvo, puesto que pasaron los 180 días para definir la situación jurídica de los acusados.
Aunque el fiscal de Veracruz, Luis Ángel Bravo, asegura que la investigación sigue en curso y que no existe ‘influyentismo’ de ningún tipo, y se realiza con ‘toda pulcritud’, la realidad es que el caso se empantanó en la propia fiscalía veracruzana, que actúa más en defensa de los presuntos implicados que de la agraviada.
Bravo alega que el video que circula en redes sociales con la supuesta confesión de los jóvenes no tiene validez legal. ¿Si hubiera sido una familiar del fiscal o de cualquier político veracruzano, se hubiera actuado igual?
En las redes sociales, los cuatro juniors inculpados fueron bautizados como Los Porkys de Costa de Oro. De jóvenes supuestamente arrepentidos, cambiaron su actitud y contrademandaron a Daphne. Acusaron a su padre de extorsionarlos con dinero para retirar la denuncia.
En una carta abierta, señalaron: “queremos manifestar a la opinión pública nuestro rechazo absoluto a las imputaciones de que hemos sido objeto por parte del Sr. Javier Fernández y su hija, difamándonos y causando un enorme daño emocional y moral a nuestras familias. Negamos total y absolutamente que su hija haya sido ultrajada o violada, tal y como consta en las pruebas presentadas a la autoridad”.
Daphne había mantenido cautela para hacer declaraciones públicas hasta que fines de marzo, señaló en su cuenta de Facebook: “…leí comentarios diciendo ‘que la víctima de la cara y nos cuente su parte de la historia’ Por favor, como si yo hubiese querido que esto se supiera o se hiciera viral para ‘dar la cara… yo no me estoy escondiendo, no estoy diciendo nada más que la verdad’.
La chica acepta haber tocado fondo y critica a aquellos misóginos mexicanos que señalan que cualquier mujer debe ser agredida sólo por su manera de vestir. “Si he tomado, si he salido de fiesta, si he usado faldas cortas, como la gran mayoría por no decir que todas las niñas de mi edad, ¿por eso me van a juzgar? ¿Por eso me lo merecía? ¿Por eso pasó lo que pasó? ¿Por andar de noche con mis amigas?”
Mediante un video, la organización Anonymous, advirtió a los agresores de Daphne: “ustedes disfrutaron su asqueroso juego, ahora viene el nuestro, los tenemos identificados a la mayor parte de los miembros de sus familias, sabemos dónde viven, dónde se encuentran, su vida de lujo y despilfarros llegó a su final”.
El hijo del Negro Cruz
En un video subido a un sitio porno aparece un hombre joven en un baño, teniendo relaciones sexuales con una chica, la cual, sin embargo, se aprecia totalmente drogada o ebria, casi inconsciente. La grabación se hizo viral en Veracruz y buena parte del país.
En el video, dentro de la práctica del ‘sexting’, caracterizado por difundir públicamente prácticas sexuales, se aprecia al agresor cortar por momentos la respiración de su víctima, colocando sus manos sobre el cuello y cara, mientras acalla sus gritos de dolor y desesperación.
Al final de la escena, se oye que la joven exclama “¡¡¡yaaaaa!!!”, como tratando de frenar al hombre. Se oyen risas de los otros individuos, identificados después como Oswaldo Rafael Cruz, hijo de Rafael Cruz Tinoco, El Negro Cruz, asesor del gobierno de Javier Duarte, y Serafín González García.
La chica se dio cuenta del abuso sexual al día siguiente de lo ocurrido, cuando comenzó circular un video pornográfico de ella sosteniendo relaciones sexuales, con una persona identificada posteriormente como José Francisco Pereda.
Ante tal situación, los hechos fueron denunciados por la madre de la agredida, la señora Fernanda Cruzado, quien expuso que su hija fue objeto de abuso sexual por parte de los sujetos mencionados, alumnos de la Universidad del Valle de México, ubicada en Boca del Río.
En la averiguación previa 275/2016, la madre expuso que su hija acudió a la playa de Boca del Río conocida como El Penacho del Indio con otras amigas, allí se encontraron con José Francisco Pereda.
Después de convivir, decidieron ir un domicilio ubicado en la zona de la Tampiquera, en donde tomaron bebidas embriagantes, al grado que la agredida quedó inconsciente. Pereda estaba acompañado por Oswaldo Rafael Cruz y por Serafín González García, quien presuntamente también participó en el abuso tumultuario.
El padre de uno de los agresores expresó ante las autoridades que se trató de “una pendejada de chamacos“, tratando de minimizar el caso.
La madre de la víctima señala que su hija fue drogada para ser sometida y exige se haga justicia para que el caso de la joven violada no sea otro más en las estadísticas de impunidad del estado.
El gobierno de Veracruz negó públicamente que Rafael Cruz Tronco sea colaborador de la administración Duarte, pero en la entidad todo mundo sabe de sus conexiones con el poder político de Veracruz.
La banda de Los Porkys
Aún antes del caso de Daphne, la periodista San Juana Martínez ha denunciado desde hace meses que la banda de Los Porkys está integrada por juniors que han cometido diversas violaciones e incluso asesinatos de chicas en Veracruz.
Hasta el momento su denuncia pública no ha recibido la respuesta que debiera por parte de las autoridades de esa entidad. Se desconoce si los agresores de Daphne pueden estar involucrados en otros casos similares o si se trate de los mismos individuos.
En los últimos días se generó un rumor que señalaba que los agresores de la chica habían salido del país ante su posible aprehensión y San Juana indica que esto es difícil de comprobar “por la protección que las autoridades del gobierno de Javier Duarte proporcionan a los jóvenes, quienes además no tienen ni siquiera orden de presentación por parte de la Procuraduría de Justicia de Veracruz”.
Hay muchos cerdos sueltos en Veracruz, juniors violadores que piensan que su dinero y su posición de poder les da impunidad para destrozar familias, capos del narco que arrebatan la vida a cualquiera, policías inmorales que trabajan para la delincuencia y funcionarios que se han hecho millonarios tomando a la ciudadanía como botín.
Los veracruzanos son un pueblo de nobleza innegable. Nada que ver con estos cerdos (con perdón para los animales de cuatro patas), que lamentablemente están colocados en puestos clave: o son funcionarios de alto nivel, coludidos con quienes cometen delitos, o son los hampones que delinquen impunemente.
Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz, dejará su cargo en este año. Difícilmente se puede esperar justicia de su administración, sujeta a tantas sospechas. Sin embargo, aún tiene oportunidad reivindicar su deteriorada imagen.