Teléfono rojo/José Ureña
¿Quién nos defiende de los partidos?
No es necesario caminar tanto en el barrio de Tepito para encontrarla, basta tener a un comerciante que le conozca a usted para encontrar la mercancía ilegal que se busca. Eso sí, deberá traer en la bolsa entre 10 mil y 15 mil pesos en efectivo para que sea toda suya, sin ningún problema.
Es conocido de todos que en esa popular zona de la ciudad de México, de todos, menos de las autoridades, al parecer, que en el submundo del comercio informal es posible encontrar prácticamente lo que usted quiera, pero no se trata de droga ni de armas, sino de nada menos que de la lista nominal de electores. Ahí está a la mano de quien pueda pagar por ella.
Desde abril de 2010, a petición de Arely Gómez, entonces titular de la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), la Subprocuraduría de Delitos Electorales de la PGR inició la investigación de la venta del padrón electoral y otras bases de datos en Tepito, denunciada por diversos medios de comunicación.
Seguramente, ahora como titular de la Procuraduría General de la República, Arely Gómez debe tener información abundante sobre la manera en que opera este ilícito y sería bueno que lo diera a conocer a los mexicanos.
La venta ilegal del padrón de electores es un asunto con historia, pero que recobró su presencia con el escándalo provocado por el Partido Movimiento Ciudadano, el cual subió a “resguardo” en Amazon Web Services la lista nominal de electores de México, empresa de la cual fue bajada sin problema por un ciudadano estadounidense.
Imagine nada más, los datos de casi 90 millones de mexicanos, de todos nosotros, nombre completo, dirección, teléfonos, CURP, etc., en manos de un extranjero que, sin problema, los obtiene.
La última semana ha sido de acusaciones mutuas entre los involucrados en este “affaire”, pero ¿quién es el que miente? Veamos:
El 22 de abril pasado Amazon notificó a Movimiento Ciudadano que la información resguardada había sido obtenida de manera ilegal por el ciudadano estadounidense, Chris Vickery. De inmediato, se procedió a retirar la información del resguardo en que se encontraba.
Vickery afirmó, al que se lo quisiera preguntar, que la información encontrada en Amazon estaba en la “nube” y no tuvo el menor problema para acceder a ella. “Pensé que se trataba de datos de un país sudamericano”, comentó el cibernauta y fue él mismo quien informó de su hallazgo a autoridades de la Unión Americana, quienes a su vez lo informaron a Amazon.
La realidad de que haya sido el propio Vickery, quien avisó a las autoridades estadounidenses de su hallazgo, complica mucho la versión de Movimiento Ciudadano, en el sentido de que fue un “hacker” altamente especializado el que efectuó un ataque cibernético. ¿Qué “hacker” se pone en manos de las mismas autoridades de su país?
El líder moral de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, aseguró que la base de datos de la lista nominal nunca estuvo en una “nube” y que se depositó en un servidor digital, muy similar a una bóveda bancaria, donde únicamente su partido poseía la llave para abrirla.
En una postura contraria, Amazon México sostuvo que la información no fue depositada de manera segura, pues carecía de claves y estaba visible a la vista de cualquier cibernauta.
Pero no es la primera vez, que el partido de color naranja está inmiscuido en un escándalo similar, en 2013 fue multado con 76 millones de pesos por filtrar datos del padrón electoral al sitio web buscardatos.com. En términos del derecho penal, ese partido sería un reincidente con agravantes.
Aunque existe una legislación para proteger los datos de los electores en nuestro país, esto es una mera fantasía. Quién quiere los datos, los obtiene a como dé lugar, para los fines que quiera. Sólo basta recordar la repartición de tarjetas Soriana efectuada por el PRI y el Partido Verde a favor de electores que votarían por la fórmula que presentaron dichos institutos políticos en los comicios presidenciales de 2012, en base a datos obtenidos sobre el padrón electoral.
También hay que recordar la multa que impuso el entonces IFE en el 2007 al Partido Acción Nacional por usar datos de los electores en una página web, en el que se promovía la campaña de su aspirante presidencial Felipe Calderón y que decir del uso del mismo padrón electoral en el entonces Distrito Federal, cuando Andrés Manuel López Obrador, era Jefe de Gobierno del DF, para promover el voto a favor del PRD, entre los “viejitos” que recibían beneficios económicos para personas de la tercera edad.
En un afán de democracia y transparencia, por ley, todos los partidos tienen derecho a recibir las listas nominales de electores, por parte del Instituto Nacional Electoral (INE), con la finalidad de realizar una revisión que abone en la mejor realización de los comicios, pero esa transparencia se ha pervertido. “No se puede dar flores a los cerdos”, dice un refrán popular.
Todos los partidos, no hay que olvidarlo, están infiltrados no sólo por políticos ladrones, sino por la misma delincuencia organizada. Hay casos comprobados que sería interminable citar aquí (José Luis Abarca en el PRD es uno de los ejemplos más palpables). De ahí, que los datos de todos se convierta en un botín.
Por ley, los partidos seguirán teniendo acceso el padrón de electores y seguramente los datos personales de todos seguirán cayendo en malas manos. Será tarea de los legisladores hacer que la ley tenga otro sesgo que impida esto.
¿Quién nos defenderá de los partidos, de malos políticos que hay en ellos y de sus secuaces que usan nuestra información para ponerla en manos del mejor postor? Un cambio radical es urgente.