Visión financiera/Georgina Howard
Desprecio por las reglas
Las fotomultas se acumulan como las protestas en contra del nuevo reglamento de tránsito de la Ciudad de México, la oposición a las reglas impuestas por las autoridades desde finales de 2015 disgustaron lo mismo a políticos que a líderes de organizaciones fantasmales y ciudadanos que siguen con la idea que impone el dicho: “hágase la ley en los bueyes de mi compadre”.
Cualquier persona que se mueva en la capital mexicana sabe en unos cuantos minutos que en realidad se encuentra en la “jungla de asfalto”, en la que el automovilista es rey y no respeta a nadie. Cruzar una calle puede ser una aventura de alto riesgo para el peatón, el serpentear de las motocicletas y bicicletas una amenaza increíble, lo mismo que el paso anárquico de los viandantes.
Acostumbrados a andar sin ley por las calles y avenidas de la gran urbe, los chilangos se pasan los altos, exceden los límites de velocidad, se paran en los paseos de peatones y estos “torean” a los autos con imprudencia. En todos lados se ven automóviles parados en doble fila o lugares prohibidos, trepados en la banquetas y rebasando por la derecha o circulando por carriles reservados a trolebuses y metrobuses.
Los “peseros” son una pesadilla, mal hechos, conducidos normalmente con exceso de velocidad y peligrosamente desafían a autoridades y peatones y a otros conductores. En este caos generalizado el reglamento de tránsito trata de poner un poco de orden…
Pero, una ola de protestas se ha alzado desde diciembre pasado en contra de las nuevas reglas, los automovilistas no quieren multas por nada, desean seguir infringiendo las leyes, los motociclistas actuar salvajemente, los ciclistas demandar derechos para rodar sobre los de otros y los peatones quejarse y actuar mal en las calles. En pocas palabras, los chilangos prefieren el peligro de la impunidad al respeto.
La ola de rechazo ha sido levantada por falsos reclamos de políticos y asociaciones de taxistas principalmente. En principio pidieron la anulación del reglamento, después que las multas no fueran tan altas y finalmente señalan que las autoridades negociaron mal las fotomultas con las empresas que instalaron las cámaras.
Los chilangos mantienen la sinrazón, prefieren inventar trucos para engañar a los radales, seguir hablando por teléfono celular al conducir, violar las reglas de una y mil formas antes que respetar las reglas y actuar como una sociedad civilizada.
Hay quienes se quejan de policías corruptos que multan indebidamente, lo que debe ser cierto en una ciudad donde los policías tienen por costumbre “morder” por cualquier cosa. Pero todavía hoy, más de un mes después que entró en vigor el reglamento, se puede ver como las leyes viales son ignoradas por los conductores y gente de a pie, no hay respeto por las reglas…
Hojas extraviadas
Ahora que el escándalo Kate del Castillo-Sean Pen y “El Chapo” Guzmán ha abierto un debate sobre qué es el periodismo, vale la pena ver Primera Plana, una película verdaderamente pensada para mostrar fuera de las redacciones cómo ser arman las grandes noticias, esas que dejan huella en las sociedades. Revela el trabajo esforzado de los reporteros, que antes que nada buscan la nota para servir a la sociedad, a sus lectores….