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Armas ciudadanas
Nuevo intento de insurrección
El gobierno de México parece haber perdido el miedo a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) al quitarle el control del dinero para el pago de los maestros y del gobierno de Oaxaca, puso a los radicales de izquierda contra la pared, además que dejó en claro que son un grupo que no busca mejoras para la educación ni siquiera para la capacidad de los profesores, sino para mantenerse como un grupo ideológico con una agenda que nada tiene que ver con enseñar mejor ni cuestiones sindicales. Pero la CNTE no ha perdido todo, durante décadas ha adoctrinado a los maestros y padres de familia ideológicamente.
Desde hace años, la CNTE ha mantenido a Oaxaca, gracias a la complicidad de gobiernos corruptos del PRI y la incapacidad de otros como el actual “independiente”, como rehén de sus intereses político-ideológicos. En ese estado los maestros ganaron varias batallas sindicales, lograron mejorar los salarios y jornadas laborales, pero perdieron en su capacidad profesional, baste decir que los niños oaxaqueños están entre los peor preparados del país. Esto porque su proyecto real no tiene que ver con enseñar mejor y preparar mejores ciudadanos, sino en fortalecer, en las sombras, la idea de la revolución marxista-leninista o maoísta en el caso de Guerrero.
En fin que la ultraizquierda tiene varios frentes abiertos, desde las catacumbas guerrilleras en que se mueve, en territorios como los de Guerrero, Oaxaca, Chiapas y otros estados donde la pobreza y abandono social nutre sus filas. Desde hace años, las ligas de guerrilleros con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y normales como las de Ayotzinapa son un secreto a voces, pero extrañamente las autoridades han prestado oídos sordos a las denuncias, pero es un hecho que –al menos ideológicamente- hay serias y firmes coincidencias de maestros de la CNTE, así como de normalistas y ciertos grupos de la “sociedad civil” con los alzados en armas desde hace décadas, lo que es evidente.
El 12 de octubre, Día de la Raza, la Coordinadora pone en marcha un intento más de insurrección nacional, no se trata de que el pueblo se levante de un día para otro contra el gobierno y marche hasta hacerlo caer. Sino que el plan parece dirigido a provocar que el gobierno reprima acciones como bloqueos de aeropuertos y paralización de sectores en ciudades como el Distrito Federal, Oaxaca, Chilpancingo y quizá Morelia y Tuxtla. Quieren víctimas, para elevar sus banderas en defensa de los oprimidos, como lo han hecho otras agrupaciones radicales de izquierda con el caso de la tragedia de Iguala, donde los manipuladores de los padres y compañeros de los normalistas insisten que “fue el Estado”, cuando a todas luces se trató de un asesinato cometido por bandas criminales que contaron con la complicidad de policías corruptos.
Los jefes de la CNTE, que dan la cara, claman por un diálogo, pero en realidad quieren negociar la marcha atrás de la reforma educativa, lo cual es imposible para el gobierno. Y en este terreno apuesta la Coordinadora, las autoridades no pueden sentarse y negociar con ellos, es más no lo quieren, esperan el rechazo y mucho más que eso la represión para levantar sus banderas rojas y seguir incitando a la insurrección nacional, el viejo anhelo de los que en las catacumbas siguen acariciando las armas y soñando con la dictadura, aun cuando se diga que es la del proletariado….
Hojas extraviadas
En una de las últimas entregas de El Insurgente (electrónico), periódico de la guerrilla del EPR y otras siglas, se da cuenta de los intereses de estos guerrilleros con la CNTE:
“Las posiciones ideológicas que han arrastrado a
los trabajadores de la educación a la dispersión
política y orgánica son corresponsables no sólo de la
imposición de la reforma educativa, sino también de
la represión que está en ciernes contra la CNTE y el
pueblo que se solidariza con el magisterio
democrático.
“La ofensiva gubernamental que tiene por objetivo
la privatización de la educación pública, sólo se le
puede enfrentar exitosamente con la unidad de los
trabajadores de la educación y de éstos con el
pueblo en una lucha unitaria contra el régimen
neoliberal.
“¡A organizar la resistencia popular activa y
combativa! ¡A desarrollar iniciativa, creatividad y
audacia! En las acciones políticas de masas para que
desde una posición de fuerza las masas contengan o
disuadan a la oligarquía de sus pretensiones
profascistas, ¡A fortalecer el sindicalismo
independiente!”.